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“No ser feminista es como seguir creyendo que la tierra es plana”

José María Cabral González (Santo Domingo, 24 de julio de 1988)​ es un reconocido guionista, productor y director de cine dominicano. Su primer largometraje fue Jaque Mate (2011), le siguió Arrobá y Despertar en 2013 y 2014. Posteriormente lanzó una película de aventuras llamada Detective Willy. Sin embargo, el éxito llega con Carpinteros, un drama que narra las realidades y relaciones de los internos de las cárceles en República Dominicana. Se estrenó en Sundace Film Festival convirtiéndose en la primera película dominicana en este evento, que dirige el actor norteamericano Robert Redford. Posteriormente, le siguió el estreno en el Miami Film Festival a su cinta El Proyeccionista. En 2020, lanzó a la gran pantalla Hotel Coppelia, que nos traslada a un burdel de la República Dominicana en 1965, durante la segunda intervención estadounidense. Su último trabajo ha sido Perejil, que recientemente ha sido galardonada en el Festival Iberoamericano de Cine de Huelva.

Por otro lado, Cabral cuenta con documentales sociales como Isla de Plástico y Tumba y Quema.

¿Con qué edad empezaste a hacer cine?

Ufff...primero era actor de teatro desde los diez años, luego a los 16 empecé a hacer cortometrajes para salir como actor, pero en el proceso me enamoré de todo el trabajo que hay detrás de cámara. Escribir, producir, dirigir y editar los cortos me prepararon para la pasión que perseguiría toda la vida.

¿Cuál es tu metodología para escribir?

Ha variado mucho con los años, al principio era muy impulsivo. Me enamoraba de una historia y en seguida escribía el guión. Ahora es distinto, duro unos meses pensando sobre la idea, leyendo e investigando sobre temas relacionados y luego intento armar un equipo de escritores para empezar a desarrollar una escaleta, que es más o menos la sucesión de eventos de la película y por ahí uno va encontrando lo más importante: los personajes. Ahí nos detenemos un tiempo con ellos/as y seguimos escribiendo la trama. Como dicen, escribir es re-escribir.

¿Te gusta más la ficción o el documental?

No tengo favoritismo, creo que cada historia tiene un género adecuado para contarse. Lo que te permite la ficción es construir una verdad imaginaria, pero sigue siendo una verdad. En el documental hay que ser más cauteloso con lo que se cuenta y cómo se cuenta, tienes menos licencias creativas. Si voy a hacer un documental histórico no es lo mismo que una ficción histórica, aunque en ambos casos es importante ser fiel a lo que se sentía vivir en esa época, lo que llamamos la atmósfera del cuento.

¿Crees que el cine actual está perdiendo calidad?

Imposible, primero que nada la calidad técnica está en su mejor momento. Antes solo lo dominaban las grandes industrias que tenían mucha experiencia y dinero para los equipos más sofisticados. Ahora no importa dónde y con que equipos cuentes, lo que importa es el talento y la visión. Narrativamente estamos en un momento explosivo de muchas miradas distintas que antes la industria no tenía porque solo podían hacer películas un grupo, ahora tenemos la posibilidad de ver una película de una directora novel de dominicana en Netflix para todo el mundo.

Tus películas han pasado por diversos festivales internacionales, ¿Cómo se siente poder viajar gracias a tu arte y además ser premiado por ello?

¡Un honor! Creo que desde el 2017 al 2022 he viajado unas cincuenta veces gracias a mis películas. He conocido gente maravillosa y con mucha pasión, he podido compartir nuestro cine y aprender también de cine de otras regiones es un privilegio, la verdad. Es el mejor sentimiento del mundo.

¿Se puede vivir del cine sin pasar hambre?

Es complicado. Yo lo tengo fácil porque al único que hay que alimentar en mi casa es a mí, y soy poco exigente (risas). Pero en teoría se puede, lo que pasa es que es una industria poco estable. Un año puedes estar muy bien y otro no tanto. Por eso, trabajamos con el corazón, porque de lo contrario a veces no tendría sentido.

¿Lo mejor y lo peor de tu oficio?

Lo mejor es la posibilidad de imaginarte algo en tu cabeza y poder materializarlo a través del arte, es como hacer realidad los sueños. Lo peor es que siempre sueñas con algo muy complicado de lograr, en la cabeza todo es mas fácil!

¿Qué haces cuando no estás pensando en películas?

Pensar en guiones....(risas). No, mentira. Me gusta compartir con la familia, hacer ejercicios, salir a bares a probar las nuevas cervezas que llegan a la isla, y luego salir a bailar para poder hacer un reseteo de todo el trabajo.

¿Cuáles son las palabras que definirían tu vida?

En palabras de mi amigo, Freddy Ginebra: la vida es esta noche.

¿Qué opinas sobre las personas que dicen no ser feministas?

No ser feminista es cómo seguir creyendo que la tierra es plana. Por favor, hay que ubicarse.

¿Cómo sería tu día ideal?

Levantarme temprano, prepararme café, escribir mitad de la mañana una idea para una película, hacer ejercicios, comer donde mi madre, regresar a casa a seguir escribiendo, tomar una que otra reunión, y terminar la noche en un bar de la zona colonial de mi querido Santo Domingo, con todos mis amigos.

26 dic 2022 / 01:00
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