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ENTREVISTA
Lucía Etxebarria. Escritora

“Prefiero vender menos libros y poder salir sola a la calle, sin miedo”

“Estoy siendo víctima de una campaña de acoso y derribo organizada. Las librerías están recibiendo aluviones de mensajes para que retiren mi libro. Ninguna de mis obras se ha retirado en España por haber violado la ley de propiedad intelectual. No existe una demanda. Equivocadamente, no respondí a las acusaciones en su momento puesto que se hacían desde un perfil de twitter no identificado... Toda esta campaña se debe a que, según esa persona, soy tránsfoba”.

Sinceramente, Lucía, me ha alarmado el comunicado que hemos recibido los medios de comunicación. Llego a la conclusión de que acosar en nuestro país parece que sale gratis. ¡Qué fácil es difamar a alguien y qué difícil es defenderse!, sobre todo cuando te amenazan a través de redes sociales.

Es muy complicado porque si se hace a través de perfiles anónimos – y esto ya llevo tiempo sufriéndolo– y vas a la Guardia Civil, te dice que está ocupada, buscando pornografía infantil. Además, cuando fui, me dijeron muy amablemente que no dan abasto resolviendo casos de gente a la que le roban dinero a través de phising.

La única forma en la que se podía parar todo esto sería que las redes sociales te pidieran una identificación, porque la tecnología permite que yo te escriba desde Madrid pero el servidor figure en Nueva Zelanda. Pero claro, esto le arruinaría el negocio al señor Zuckerberg (creador de Facebook) al que Estados Unidos acaba de demandar por monopolio.

Hay que ser muy cobarde y carecer de sentimientos para hacer daño de esta manera.

Lo que ocurre, María, es que aquí entran en juego las neuronas espejo. Si tú ves a una persona real, puedes experimentar empatía. Esa sensación incluso te la concede la televisión, pero cuando se trata de un perfil, no lo codificamos como una persona.

Por eso para mí es importantísimo que se vea que soy una persona y que no se puede mandar a una horda de gente a amenazarme, porque no tengo protección, no tengo nada.

Además, parece que esta campaña de acoso y derribo ha comenzado porque no estás de acuerdo con el proyecto de ley de la ministra Montero, que, entre otras cosas, permitiría cambiar de sexo sin informes y hormonar a menores sin permiso de los padres.

Hormonarlos es lo mínimo, lo importante son los bloqueadores de pubertad que son agonistas de la gonadotropina (medicamentos off label, que se utilizan en principio para tratar el cáncer o la endometriosis).

Si tú los tomas para otra cosa, entras en un tratamiento experimental y los resultados no se conocen porque estos primeros niños son un banco de pruebas; pero lo que sí se sabe es que el fin es irreversible. De hecho, está admitiendo el Gobierno británico que hay una atrofia genital, hay cambios cognitivos... y por qué. Pues porque va directamente al hipotálamo, es decir, al eje HHA (hipotalámico- hipofisario- adrenal), que es el que dirige tu sistema hormonal. Por eso hay gente que entra en depresiones profundas, hay intentos de suicidio...

De ahí que el Alto Tribunal de Gales, el equivalente a nuestro Constitucional, haya dicho que esto no se puede hacer antes. Para que se pueda hormonar a un menor tiene que autorizarlo un juez y esta ley lo que provoca es que haya padres que pierdan la custodia de sus hijos porque se han negado de que el pequeño entre en este experimento. Esto está pasando: hay padres que han perdido la custodia en Texas, en Ohio, Australia a Finlandia...

Lo peor es que el caso de éxito es el que sale en los medios, pero al resto las acosan de una forma tremenda. A la persona que conozco yo en España y que se arrepiente de su reasignación de género, su sensación de vergüenza y de miedo la tiene completamente paralizada.

Siempre has sido una referente del feminismo. Y parece ser que esta futura ley quiere “borrar a las mujeres”.

Totalmente. Y para mí también es importante decir que borra a las mujeres transexuales. De hecho, muchas se han opuesto. Y es que esto no tiene nada que ver con la transexualidad. Además, ahora existen transespecies. Entonces, ¿cómo puedes hacer una ley que no define el objeto de su ley? Esto jurídicamente es una aberración.

Además, con esta ley las mujeres transexuales salen mal paradas, porque mira, España paga la reasignación, por el momento. En los países en donde está vigente esta ley no se paga la reasignación, que cuesta 100.000 $.

Mira, María, yo no quiero perder la custodia de mi hija si le da por meterse en un tratamiento experimental, yo no quiero ir a una piscina y tener que cambiarme delante de un señor que se pasea en bolas porque dice que se siente mujer.

Verás, envío informes del Ministerio del Interior británico, pero ni puto caso me hacen. El problema es que las mujeres que mueven esto aquí no leen en inglés, no tienen carrera de ningún tipo. Porque si me voy a un médico, le pido que sepa medicina. Pues creo que ya va siendo hora de exigir a los políticos que tuvieran algún tipo de formación porque Beatriz Gimeno y Carla Antonelli no la tienen en esto.

¿Qué tipo de mensajes estás recibiendo? Te pregunto esto para que los que no tienen redes sociales sepan qué están haciendo contigo y tu familia.

Mira, yo muchas veces me equivoqué porque los borré. Pero me dicen algo así: “Te vamos a partir la tráquea”. Ahora lo que pasa es que las amenazas son muchísimo peores y vienen de gente muy entrenada porque lo que hacen es decirte: “Te he visto pasear por la calle tal a tal hora”. Con lo cual, me hace cambiar mis rutinas.

Yo lo que quiero es que la gente entienda que no tengo chófer, que soy una persona normal que pasea su perro y que hace la compra, pero siempre acompañada. Y repito: esto que me hacen no proviene de mujeres transexuales. Ellas son otra cosa.

Por ejemplo Álex, madre de cuatro hijes no es una mujer transexual.

Está claro que te acusan injustamente de ser tránsfoba.

Qué casualidad, todo esto es fobia y misoginia. Solamente van a por mujeres. Yo quiero dejar claro que las propias transexuales, dentro del movimiento feminista de mujeres reasignadas, han dejado claro que no están a favor de esa ley.

Hay una gran cantidad de hombres pensadores que nos apoyan, como José López Guzmán –premio nacional de Farmacia–, quien me dijo en un directo que detrás de todo esto están los intereses de las compañías farmacéuticas. Así, tajantemente.

Si tú tienes a un niño que empieza a medicarse con catorce años, será farmacodependiente para toda su vida. Y luego hay algo que quiero decir a las madres: dentro de poco no habrá Seguridad Social en España al paso que vamos. Y cuando ese niño no tenga acceso a las hormonas subvencionadas, a ver qué pasa. Porque son muy caras...

Y tengo claro que una sociedad ha de tener un acuerdo de mínimos. Lo que también creo es que esto no es una causa de las feministas del PSOE o de Podemos, es de cualquier persona que sea madre, que quiera ir a la piscina municipal y cambiarse sin problemas. Este anteproyecto es clavado a la ley canadiense y ha traído muchísimos problemas, como este que te voy a contar: La familia de mi hija vive en Alliston (Ontario), y una señora/señor que era violador serial de niños se definía como mujer. ¡Y toda la Policía decía que no fueras a parques o baños con niños porque ella puede entrar, ya que se ha autodefinido como mujer!

Mira, yo no tengo ningún problema en compartir un baño con una mujer transexual, encantada de la vida, pero con Alex, madre de cuatro hijes, no.

Para mí el gran fallo que hay es que esto no se puede quedar en el feminismo radical, porque este nos desprecia. Si esto lo dice un hombre, nadie se mete con él, como es el caso de José Errasti, profesor de la Universidad de Oviedo. Contra ellos no van, pero sí contra Lucía Etxebarria, que total, como está loca y es rara, vamos a desacreditarla, porque no vaya ser que alguien se dé cuenta de que dice la verdad.

Pero te repito que lo que digo yo lo dicen muchos hombres, desde marxistas, gente del PP... Por eso creo que es fundamental que la gente vea que esto no es ninguna tontería porque incluso lo que desde Podemos están haciendo es crear opinión y vender la idea como una pataleta de feministas del PSOE. Y mira, nunca he estado en el PSOE, de hecho, estaba en IU hasta que la hundieron, hasta que la convirtieron en Izquierda Hundida (risas).

María, ha habido purgas estalinistas. De ahí que para mí sea importantísimo salir de la ecuación sexo-género.

Y dentro de esa campaña , te acusan nuevamente de plagio.

Ante eso es lo que digo es que las acusaciones de plagio o se hacen ante un tribunal o es como si yo empezara a decir en Internet que tú te acuestas con niños. Entonces, la mera prueba de que esto es falso es porque lo hacen desde perfiles anónimos.

De todos modos no es la primera vez que sucede esto.

Les sirve de excusa. Mira, con Fernando Aramburu, al que también han acusado de plagio por su libro Patria, nadie se ha dedicado a escribir a todas las librerías para exigir que retiraran el libro y no lo vendieran. ¿Sabes? Si yo estuviera en un partido político, esto no se haría.

Pero es que además yo no quiero llevar esto a lo personal, porque no lo es. No soy la única que está recibiendo estos ataques, pero sí soy la única que se ha atrevido a decirlo.

Yo no tengo ningún problema en sentarme con Macarena Olona, con Casado, con Ayuso o con quien fuera. Nunca lo he tenido, nunca he pensado que porque una persona tenga una idea política diferente a mí no pueda comer con ella. Siempre he pensado: igual aprendo algo.

Cuando nos han convencido de que no puedes hablar con alguien que no esté dentro de tu partido, por mucha razón que tenga, lo que han hecho es crear un caldo de cultivo para un nuevo nazismo.

Yo creo, Lucía, que a pesar de todo, vas a vender más libros.

No creo, pero si los vendiera, no me compensaría. Prefiero vender menos libros y salir a la calle sola, sin miedo.

Guerra civil en Cataluña

¿Vivimos una verdadera democracia? “No. Por 300 € te puedes comprar un programa en el que puedes manejar miles de cuentas. Tienen capacidad de crear polarización y originar facciones que van a matarse. Eso deriva en guerras.

Lo que tenemos que hacer es cambiar este movimiento de marco mental porque si no, nuestros hijos van a acabar fatal y este país se va a ir a otra guerra civil (si es que no estamos en ella). Porque mira, ya tenemos prácticamente montada una en Cataluña”.

Lo que está claro es que se nos está yendo la olla como sociedad.

“Exacto. Mi hija salió de un instituto con un protocolo de acoso. Y no se puede consentir el odio, no porque sea mi hija, sino porque la siguiente será la tuya y si les estás enseñando que esto puede quedar impune, ya me dirás”.

17 dic 2020 / 00:00
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