¿Qué se puede descubrir en una mirada?

¿Será verdad eso que dicen de que los ojos son el reflejo del alma? De lo que sí no hay duda es de que en el lenguaje no verbal, la mirada aporta con frecuencia más información que muchas palabras.

En una conversación, se suele mantener el contacto visual con el interlocutor entre el 40 al 60 % del tiempo total, y se hace de manera inconsciente. La dirección, el movimiento y el parpadeo de los ojos proporcionan información de cómo es la persona.

Con las palabras podemos mentir; sin embargo, con la mirada resulta mucho más complicado porque nos delata. La mirada es un potente indicador de nuestro estado de ánimo.

A nuestro cerebro no le gusta mentir, así que aunque nuestra boca diga una cosa, nuestro lenguaje corporal y nuestra mirada dirá todo lo contrario.

John Grinder y Richard Bandler son los creadores de la Programación Neurolingüistica, que utiliza estrategias de comportamiento y comunicación que ayudan a que las personas cambien sus pensamientos y acciones por otras que den mejores resultados.

Cuando queremos recordar algún acontecimiento, es la parte izquierda del cerebro la que realiza el trabajo, mientras que cuando imaginamos algo, es el hemisferio derecho el que está funcionando.

Para ellos hay diferentes tipos de mirada:

- Una mirada se dirige a la izquierda cuando recordamos algo. El 90 % de los diestros lo hacemos así, al recordar lo hacemos a la izquierda.

- Una mirada se dirige a la derecha cuando imaginamos algo.

- Una mirada se dirige hacia arriba e izquierda cuando recordamos una imagen.

- Una mirada hacia abajo y a la derecha, probablemente estamos conectando con una sensación o una emoción.

El psicólogo y oftalmólogo Eckhard Hess demostró que el sistema nervioso autónomo regula las acciones involuntarias, como la contracción y dilatación de las pupilas y, además, se le relaciona con las emociones.

Otro aspecto interesante es el comportamiento de tus pupilas. ¿Te has preguntado alguna vez qué hace que las pupilas se dilaten o se contraigan? Pues el responsable es el sistema nervioso autónomo que controla el funcionamiento de órganos involuntarios.

Imagina los ojos claros de un niño pequeño cuando de pronto desenvuelve un regalo y descubre algo fascinante. Sus pupilas se dilatan. Sin embargo, cuando se asusta, en general, sus pupilas se contraen. Él no puede dilatarlas o contraerlas a voluntad, es algo inconsciente.

La mirada es una de las herramientas principales de nuestro cuerpo para comunicarnos.

Si deseas contactar conmigo, puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com. Estaré encantada de poder ayudarte.