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Raphael, villancicos y vermús viendo el atardecer

Reconozco que con el tema Raphael estoy más géminis que nunca. Por un lado puedo entender que no es el mejor momento de hacer un acto con convocatoria masiva, sobre todo cuando la comunidad científica está insistiendo en todo lo contrario, pero por otra parte, ¿dónde está el problema si se cumplen todas las medidas de seguridad, como era el caso, con un aforo muy reducido para la capacidad del espacio, distancia, mascarilla y demás?. Y eso, sin contar la necesidad económica y anímica que tenemos como sociedad de buscar que todo sea lo más parecido posible a la normalidad dentro de la anormalidad que vivimos.

Así que para mí y pese a mi carácter geminiano, la cosa está bastante clara. Yo voto sí a los conciertos, al de Raphael, al que no tengo en mi playlist, y a los de todos los que se puedan hacer, cuantos más mejor, siempre que ofrezcan seguridad, como fue el caso. Y no solo conciertos, sino todas las actividades culturales y lúdicas que sean posibles.

Y por cierto, puedo entender que muchas personas se hayan echado las manos a la cabeza con el tema, al fin y al cabo el miedo es libre y la forma en que cada uno afronta emocionalmente la pandemia también, faltaría más, pero confieso que me han sorprendido mucho las críticas de la gente de la profesión. Sobre todo, por la parte que les toca.

Cuando se están cerrando salas, desprogramándose continuamente actividades, cuando parece que no se puede hacer nada y todo es difícil, a mí el ver que se puede hacer un concierto o cualquier otra cosa, controlada y segura, me da un poco decierta esperanza. Porque después de tantos meses de aislamiento, de agendas vacías y de encuentros virtuales, me ilusiona pensar que aunque sea con mascarilla y distancia, la vida vuelve. Y eso me hace feliz. Así que yo voto sí a Raphael y a sus cinco mil seguidores escuchándolo en directo.

A BUEN SEGURO INTERPRETANDO ‘EL TAMBORILERO’, dadas las fechas en las que nos encontramos, en las que los villancicos, para mi sorpresa, consiguen liderar las listas de ventas musicales de la gran mayoría de países. El más reconocible a escala global es fácil de adivinar, el inefable All I Want for Christmas Is You, de Mariah Carey, que ya ha vuelto a ser número uno en la lista Billboard de los Estados Unidos, acumula tres distinciones Guinness por ser la canción más reproducida en un día en Spotify, y según The Economist, ha generado más de 60 millones de dólares en derechos desde su estreno en 1994. Vamos, que estoy por apostar que la cantante es una súper fan de la Navidad.

Yo, como buena grinch de manual, escapo de los villancicos todo lo posible, obviamente, pero no puedo por menos que reconocer el mérito y el buen rollo de la Asociación de Placeros de la Plaza de Lugo, en A Coruña, que decidieron hacer gala de su sentido del humor y alegría felicitando las fiestas a sus clientes con un divertido vídeo en el que adaptan un conocido villancico para convertirlo en un nuevo himno al optimismo y a la retranca, algo que creo que hace mucha falta.

Y ya de paso, confesar mi afición discotequera allá por los ochenta al Last Christmas, de Wham!, que en su día cedió sus derechos de la canción al proyecto solidario contra el hambre en Etiopía Band Aid.

UN BUEN FIN PARA UN VILLANCICO, la verdad. O para cualquier canción, así que ojalá sirva de ejemplo en estos tiempos que vivimos y haya más artistas que destinen su música a causas solidarias.

Igual se anima el ferrolano Andrés Suárez, uno de los que siempre se apuntan a colaborar, o Fredi Leis, que acaba de sacar una versión muy especial de su sencillo más reciente, Nivel experta, acompañado por el sevillano Álvaro de Luna, y en la que el conocido cantante compostelano también toca el piano, tal y como puede verse en el vídeo que grabaron en el mercado La Galiciana, realizado por Jairo Iglesias.

La canción formará parte de su próximo álbum que saldrá al mercado en 2021 y que presentará al público el 6 de febrero en Madrid.

Y SÍ. ME REAFIRMO EN LO MUCHO QUE ME ANIMA VER QUE LA AGENDA SE REACTIVA, que hay planes e intenciones, como los Acustiquísimos de Alhambra, que acaban de despedir el año con El Kanka, McEnroe y Fuel Fandango, y cuya continuidad ya fue confirmada para el 2021 por su director, Alberto Alfonso. Y que también se buscan fórmulas para poder mantener las actividades en pie, como la gira virtual de Juan Gómez-Jurado, con la que el escritor estará el próximo martes 29 en Galicia en un encuentro online con sus lectores desde el instagram @espazolectornobel_ourense hablando de su thriller Rey Blanco, y conociéndolo, de lo divino y lo humano.

Y sobre todo, me gusta ver que nacen nuevos proyectos, como la próxima apertura de La Tita Rivera este sábado 26 en A Coruña, en O Portiño, frente al mar, en uno de los lugares más bonitos de la ciudad para ver las puestas de sol.

Se trata del tercer miembro de la familia de La Tita Rivera, perteneciente a Bares&Estrellas Food Services, de Corporación Hijos de Rivera, y cuyo estreno coincide con el décimo aniversario de la inauguración del primer local en Madrid .

Cada uno con personalidad propia en el marco de una filosofía común que pivota sobre los valores de origen, proximidad y sostenibilidad, muy acordes a estos tiempos, y apostando por completar su oferta con proveedores de proximidad.

A mí me emociona tanto la idea de que se abran negocios, que me abonaría al local todas las fiestas aunque pinchasen villancicos.

24 dic 2020 / 01:00
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