Reconocimiento de la RAE a Miguel Delibes en el centenario de su nacimiento
Realizó dos mesas redondas en la que participaron dos de sus hijos que aportaron los recuerdos más familiares
Madrid. La dignidad literaria de Miguel Delibes, su talento narrativo, el profundo respeto a la naturaleza y su reivindicación de las palabras del mundo rural fueron resaltados ayer en el homenaje que la Real Academia (RAE) rindió a uno de sus académicos más insignes en el centenario de su nacimiento.
Bajo el título Delibes a los cien, la Real Academia realizó un homenaje al escritor con dos mesas redondas en la que también participaron dos de sus hijos, Elisa y Miguel Delibes de Castro, que aportaron los recuerdos más familiares de su padre en relación a la RAE.
En uno de los coloquios, Delibes se escribe con e, los académicos Luis Goytisolo, Luis María Ansón y Darío Villanueva, y la presidenta de la Fundación Miguel Delibes e hija del escritor, Elisa Delibes, recordaron que llego a la RAE en 1975, dos años después de que fuera elegido académico con una candidatura que había sido presentada por Vicente Aleixandre, Juan Antonio Zunzunegui y Julián Marías. Elegido por poca diferencia, por 14 votos a 13 que obtuvo José García Nieto en la votación, Miguel Delibes recibió una llamada en la que le comunicaron la decisión de la RAE y, al colgar, dijo a su familia: “No me han dado estopa de milagro”, recordó su hija.
Y les invitó a todos a cenar. Una jornada muy alegre porque “todavía no había pasado nada terrible” en su familia, como fue la muerte de su madre, ya ocurrida cuando Delibes tomó posesión de la silla “e” dos años después, una jornada que recordó Elisa Delibes con más tristeza por la ausencia de Ángeles de Castro.
La España llenada por Delibes fue otro de los coloquios, en el que, moderado por la periodista Ángela Nuñez, participó Miguel Delibes de Castro, biólogo e hijo de Miguel Delibes, Pilar Fraile, experta en literatura de lo rural, y María Sánchez, veterinaria y escritora. EFE