Reconocimiento para el Diccionario Popular Geográfico elaborado por Cela
El único texto que el Nobel de Literatura gallego abordó en su faceta como lexicógrafo, declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid
La Comunidad de Madrid ha decidido Bien de Interés Cultural el manuscrito del Diccionario Geográfico Popular de España, de Camilo José Cela (1916-2002), uno de los pocos trabajos que el novelista abordó en su faceta como lexicógrafo y que quedó inconcluso por su fallecimiento.
El Consejo de Gobierno regional acordó en la reunión del día 23 declarar BIC el manuscrito original de esta obra, “excepcional fuente primaria sobre la idiosincrasia de España y sus pueblos”, manuscrita en 514 páginas por el premio Nobel gallego de Literatura (1989), informa Efe.
La obra, según el Ejecutivo madrileño, “conforma una investigación sobre el origen de la toponimia y los dictados tópicos para la posterior elaboración del Diccionario Geográfico Popular de España, del que sólo se publicó una primera parte en 1998 con el título de Diccionario Geográfico Popular de España. Introducción a la dictadología tópica de España, tomo I, quedando inacabado por su óbito”.
El manuscrito, que contiene entre 30.000 y 40.000 fichas, estructura en cuatro bloques estas piezas, agrupadas con un criterio alfabético.
Cada una se refiere a uno o más lugares geográficos con apuntes sobre toponimia.
Además de los topónimos ligados al espacio geográfico, en ellas aparecen también anotaciones sobre la denominación oficial del lugar, información referente a topónimos históricos o populares y su origen o gentilicios, así como expresiones, refranes y cantares que aportan información del lugar. En algunos casos, el autor incluye información bibliográfica.
Según el comunicado, Cela sentó con este trabajo las bases de la dictadología tópica, disciplina bautizada así por él mismo, que incluía el estudio de la geografía, folclore y las diversas manifestaciones lingüísticas de tipo popular que guardaban relación con el territorio español.
En la década de los años 70 el escritor elaboró un modelo de encuesta común, dirigida a todos los pueblos, para la recogida de datos relativos a la localización geográfica, toponimia, gentilicios, apodos, locuciones y refranes.
Dada la dimensión del trabajo, Cela contó con la colaboración de los carteros de Correos en toda España, que le hicieron llegar entre 30.000 y 40.000 fichas, si bien no todas estaban cumplimentadas y otras carecían de una información relevante, la mayor parte conservadas por la Fundación Camilo José Cela.
Tenía proyectado el diccionario con tantos volúmenes como comunidades.