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Siente el poder de la patata peluda (II)

    EL OBJETO DE ESTE ARTÍCULO ES SÓLO ORIENTATIVO. CONSULTA CON TU MÉDICO

    Y/O ESPECIALISTA CUALQUIER CAMBIO EN TU DIETA O ENTRENAMIENTO

    A estas alturas del partido, ya sabremos cual es el desayuno de los campeones, ¿a qué sí? Pues bien, una de las frutas que más juego dan a este súper-desayuno es el kiwi, ¡tanto el verde como el amarillo! Con más razón que un santo, pues, se puede decir que la patata peluda es la fruta perfecta para acompañar a un buen revuelto ovíparo porque tiene -grosso modo- las 3 cosas fundamentales de las que carecen los ovíparos: 1/ El huevo tiene vitamina D (cosa que la fruta no tiene) pero el kiwi tiene vitamina C (cosa que el huevo no); 2/ El kiwi tiene suculentos hidratos de carbono, algo de lo que adolece completamente el huevo, aunque éste aporta las proteínas más completas de la madre naturaleza; 3/ El zigoto atesora las grasas esenciales pero no tiene ni rastro de fibra, cosa de la que se ocupa el kiwi... ¿entendemos la jugada, de la complementariedad? Como anillo al dedo, oiga... y nuestra panza dice “Amén”.

    Pero hay mucho más que decir, con respecto al hirsuto patatoide:

    1- Confort digestivo por los “fermentos mágicos”. La actinidina del kiwi ha demostrado acelerar la digestión gástrica de las proteínas de los alimentos (entre un 25 y 60%) lo que significa que cuando te comes uno o dos kiwis con el revolvido de huevos mañanero, la digestión de las albúminas es rápida y máxima (sin dejar residuo alguno). Por otro lado, tanto el kiwi verde (301 mg/100 g) como el amarillo (315 mg/100 g) son considerados alimentos ricos en potasio, al superar la nota de corte establecida en 300 mg/100 gramos de parte comestible; y esto es una fantástica noticia ya que nuestra desangelada dieta occidental es muy pobre en potasio pero sí muy rica en sodio, debido a la ingesta masiva de ultraprocesados (empezando ya el día con el desayuno típico occidental).

    2- Antioxidantes a tutiplé. Entre vitaminas y fitonutrientes, el kiwi tiene gran variedad de antioxidantes naturales como las vitaminas E y C y los compuestos fenólicos. De hecho, ahora sabemos que el kiwi:

    - Es de las pocas frutas (junto con el aguacate, el tomate y la oliva) que contiene altos niveles de vitamina E, aportando casi 1 miligramo por pieza (la misma cantidad que aporta un huevo). Recordemos que esta vitamina es liposoluble por lo tanto se asimilará mejor con algo de grasas (aceite de oliva y/o yema de huevo). Como dato curioso, la piel del kiwi (pero no la pulpa comestible) contiene una vitamina E exclusiva y única en el mundo: el delta-tocomonoeol; lástima que ésta no sea aprovechable, dado que la piel es sumamente tosca, basta y, por lo tanto, no se come salvo que nos falte un tornillo o seamos el pájaro loco.

    - También posee ácido pirogálico, el ácido fenólico -muy seguramente- con mayor poder antioxidante en el kiwi, así como generosas cantidades de luteína (una de las frutas con más abundancia, sobre todo en la variedad amarilla), clorofila (en la variedad verde) y carotenoides diversos. En comparación con otras frutas, su capacidad antioxidante no tiene parangón (con el permiso de los frutos del bosque, claro está) dado que diversos estudios han reflejado un aumento significativo de los niveles de antioxidantes en la sangre tras el consumo de esta fruta -POING- en comparación con muchas otras, de consumo regular.

    - Por no hablar de las fibras: solubles, insolubles y taninos con efectos prebióticos (que favorecen el asentamiento de bacterias benéficas en el colon), dado que los polifenoles pueden estimular de manera directa -y selectiva- el crecimiento de nuestra microbiota. Por supuesto, es una de las mejores frutas para ir al baño con puntualidad británica... quizás la mejor, junto con el bananoide.

    - Pero si en algo destaca la patata peluda es la cantidad de vitamina C que tiene: hasta 3 veces más que la naranja en el caso de la variedad amarilla (160 mg/100 gramos, versus 50 mg de la naranja), y casi 2 veces más en el caso de la verde (90 mg versus 50 mg). Ante todo, señores, la vitamina C sube el nivel de glutatión en el cuerpo (ver mi monográfico Todo sobre el glutatión para más información), lo que nos faculta para resistir con mucha mayor tesón las enfermedades infecciosas-transmisibles... cosa harto interesante con los tiempos que corren, ¿no les parece?.

    14 feb 2021 / 01:00
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