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Trágicos Romances

Las leyendas románticas suelen acabar mal por eso pasan a la historia y se recuerdan siempre, por su componente trágico y porque ¿qué amor mayor puede haber que el que sucumbe a la muerte con tan de no desistir de sus anhelos románticos? Estos cuentos de hadas no tuvieron el final esperado; son historias de amor real que, quizá, merecían una culminación más agradable.

Las grandes historias de amor, reales o de ficción, casi siempre terminan mal... muchas, incluso, acaban en tragedia. Vamos a hacer un viaje por destinos de todo el mundo a través de grandes historias de amor con un triste final. Y trágicos finales en grandes romances hay muchos, sobre todo en la literatura y en el cine. Sin embargo vamos a comenzar la ruta por un romance muy real y relativamente reciente que acabó con la muerte de los enamorados y que dejó tras de sí una enorme polémica. Se trata de la muerte de Diana de Gales, el 31 de agosto de 1997, en un accidente de tráfico en el túnel del Alma, en París, junto con su pareja, Dodi Al-Fayed.

París y Londres con Diana y Dodi. La que fuera princesa de Gales ya había sido protagonista de una boda de cuento que había ocupado páginas y páginas de papel couché cuando se casó con Carlos, el heredero de la corona británica. Quince años más tarde, en 1996, y tras haber tenido dos hijos, llegó el divorcio: “en este matrimonio éramos tres”, dijo Diana tiempo después. Aunque tras la muerte de la pareja se han publicado diversas versiones sobre el romance, sobre el accidente, incluso sobre sus planes de boda, nada se sabe a ciencia cierta. Pero todo indica que su historia de amor fue intensa pero muy corta -menos de dos meses- y hay algunas evidencias de que pensaban hacer oficial su relación, como el anillo que Dodi compró el mismo día de su muerte.

París, la romántica ciudad de París, fue el último destino de esta pareja de enamorados cuyo trágico fin ha dejado grandes interrogantes y versiones de todo tipo en las que se mezclan espías, millonarios e intrigas palaciegas. Y en París, junto al túnel del Alma, donde murió la pareja, se encuentra uno de los lugares que todo viajero romántico (sobre todo los mitómanos) visitará, que es el memorial dedicado a Diana, que se ubica en la plaza del Alma, junto a la Llama de la libertad, el monumento parisino al que miles de personas llevaron flores para despedirse de la princesa, ya que era el lugar más próximo al túnel.

Actualmente continúa siendo un símbolo y lugar de peregrinación de turistas, pero existe otro lugar, menos conocido, que es el que os recomendamos, se encuentra en los almacenes Harrods (que en aquel momento eran propiedad del padre de Dodi), en Londres. Allí, además de las fotos de los dos enamorados, cuatro velas encendidas y flores, se pueden contemplar la última copa que utilizó Diana en la suite Imperial del hotel Ritz de París y el anillo de compromiso.

A Nevada, EEUU, con Bonnie y Clyde. Una mítica pareja de forajidos en los Estados Unidos de la Gran Depresión que vivió al margen de la ley y al borde de la muerte todo su romance. También ocuparon páginas y páginas de los diarios de la época pero no en las páginas couché sino en las portadas de los rotativos que dedicaron mucha tinta a los que fueron considerados “enemigos públicos” durante varios años.

Dicen que Bonnie Parker y Clyde Barrow se conocieron en 1930 y pocas semanas después Clyde ingresó en prisión con una condena de 14 años de donde salió enfrentándose a tiros a los guardias gracias a un par de pistolas que Bonnie había escondido en su cuerpo en una de sus visitas. Aquella cinematográfica fuga preconizaba lo que fue esta historia de amor, tiros, robos y persecuciones policiales que se han repetido en más de una ocasión en la gran pantalla. Un romance vivido al límite que acabó en tragedia cuando la pareja murió en una emboscada de cuatro policías en una carretera secundaria de Louisiana en 1934. Dicen que se contaron 167 agujeros de bala en su coche, un vehículo que se puede contemplar en el Casino y Resort Whiskey Pete’s en Primm, en el estado de Nevada. Hay otros objetos de esta pareja que terminó convirtiéndose en leyenda, incluida la camisa que, dicen, llevaba Clyde el día de su muerte.

A gra, India, tras la leyenda del Taj Majal. La belleza del complejo de edificios que componen el Taj Majal, en la ciudad de Agra, en el estado de Uttar Pradesh de India, no necesitaría de ningún aderezo para constituir una de esas visitas que todo viajero quiere hacer algún día. Pero resulta que el Taj Majal cuenta con su propia leyenda, una historia que convierte al complejo en la más hermosa tumba de amor. Los edificios fueron mandados construir por el emperador Shah Jahan en 1631 en honor a Mumtaz Mahal, su esposa favorita con la que se casó, según la leyenda, tras enamorarse ambos nada más verse, en un auténtico flechazo. La bellísima mujer murió en el parto de su decimocuarta hija y el emperador, que abatido por el dolor dejó de lado su vida anterior, decretó dos años de luto nacional y se dedicó por entero a la construcción de la tumba de su esposa, el Taj Majal.

Si bien la mayor parte de los viajeros que van a la India hacen una parada en Agra para visitar el Taj Majal, no está de más recordar que en ese hermoso edificio reposan los restos de la favorita del emperador y que tal maravilla fue edificada como consecuencia de uno de esos romances que terminó en tragedia.

Un beso en Guanajuato, México. Es una leyenda que se cuenta en esa ciudad mexicana, un drama romántico, una de esas historias de amor prohibido cuyo final es inevitablemente trágico. Dicen que allá por el siglo XVIII, y debido a que el padre de su amada desaprobaba su compromiso, don Carlos compró la casa que estaba frente a la de ella. Una de las ventanas daba a un callejón tan estrecho que, de balcón a balcón los enamorados podían estrecharse las manos. Se citaron en ese lugar en una sola ocasión pues el padre de la muchacha los descubrió y, mientras el joven la besaba, el padre clavó un puñal a su propia hija.

El callejón, de apenas 68 centímetros de ancho, se encuentra en un barrio que se alza en las laderas del Monte del Gallo donde es tradición besarse al subir al tercer escalón (parece que la leyenda no termina con la trágica muerte de la muchacha y aún hoy la leyenda dice que así se recibirán siete años de buena suerte).

Nueva York y Belfast: Ida e Isidor y el Titanic. Ida e Isidor Straus eran una pareja de ancianos que, tras sus vacaciones en la Riviera francesa decidieron regresar a Nueva York en barco aprovechando el viaje inaugural del Titanic. Aquel 14 de abril de 1912, cuando comenzó la evacuación del barco, Ida y su doncella debían subir al bote salvavidas número 8 -por aquello de “las mujeres y los niños primero”- donde la tripulación decidió que también subiera Isidor debido a su avanzada edad.

Según contó la doncella, que sobrevivió, él se negó a subir antes que el resto de los hombres y entonces Ida le dijo: hemos vivido toda la vida juntos y no nos vamos a separar ahora. De ahí que en la famosa película Titanic veamos a una pareja de ancianos abrazados en la cama esperando morir.

En el Straus Park de Nueva York, muy cerca al parecer de donde el matrimonio tenía su domicilio, hay un memorial en honor a esta historia de amor. Claro que para los entusiastas de la historia del gran naufragio lo más recomendable es pasar una jornada recorriendo el museo Titanic Belfast, en la ciudad norirlandesa para visitar las reconstrucciones de camarotes, cubiertas... y diferentes espacios del barco..

España y sus amantes famosos. En nuestro país también tenemos historias de amor trágicas, grandes dramas de parejas famosas como la formada por Juana la Loca, reina de Castilla, y Felipe el Hermoso que nos podrían llevar a recorrer castillos y fortalezas por tierras de Valladolid, ya que Juana nació en Tordesillas y en esa ciudad vivió su encierro y murió.

Y la rica literatura española está también salpicada de ejemplos de grandes historias de amor, de tragedias románticas, algunas de ellas de la categoría de la de Calixto y Melibea, de Fernando de Rojas. Bien merece esa pareja de La Celestina una escapada a Salamanca para seguir sus huellas. Como también lo merece Sevilla, la ciudad donde situó Zorrilla la historia de amor prohibido de don Juan Tenorio y doña Inés. Y, una vez en la capital andaluza, no está de más seguir las huellas de la reina María de las Mercedes que protagonizó un dramático romance con el rey Alfonso XII.

Pero si de amantes famosos se trata, en España tenemos a los amantes de Teruel. Un romance de amor imposible entre una doncella de familia rica y un joven de familia venida a menos (Juan Diego) que marcha a trabajar para lograr fortuna y ser digno de casarse con Isabel. A los cinco años, al no tener noticias de él, la familia casa a la joven con otro hombre.

Cuando Juan Diego regresa a Teruel está a punto de celebrarse la boda. Él quiere obtener un último beso de su amada que, fiel a su prometido, no consintió. Juan Diego no soportó el rechazo y murió. Al día siguiente, la catedral de la ciudad celebró el funeral del mozo e Isabel, arrepentida, quiso dar al difunto el beso que le había negado y al besarle murió.

Los amantes fueron sepultados juntos, finalmente. Y actualmente podemos contemplar su mausoleo en la iglesia de San Pedro de esa ciudad aragonesa que cada mes de febrero conmemora la historia de los amantes con Las bodas de Isabel de Segura que están declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional.

17 jul 2022 / 01:00
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