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ENTREVISTA
ANTONIO FLÓREZ LAGE // Escritor y funcionario

Antonio Flórez Lage: “Tras leer mi novela, los lectores jamás podrán volver a ver un puerto como lo hacían antes”

Hasta hace unos meses, Antonio Flórez Lage (A Coruña, 1977), funcionario del Cuerpo Nacional Veterinario y residente en Las Palmas de Gran Canaria, había publicado dos novelas: Como el que tiene un huerto de tomates (ambientada en un pueblo costero de Galicia) y Seis héroes reales. Ahora, ha dado un salto cualitativo con su primera novela en la editorial Siruela. Gancho ciego es una historia policiaca que sucede en un escenario que Flórez Lage conoce muy bien, un puerto marítimo, y en el que va a descubrir a los lectores un mundo muy particular, con sus propias leyes.

Uno de los personajes que trabaja en ese puerto es gallego. ¿Un guiño a su propia condición?

Así es. Vivo en Canarias, pero soy coruñés y veraneo en Cedeira cada año. Supongo que al final, de una u otra forma, los gallegos tenemos esa tradición de terminar lejos de nuestra tierra. En ese sentido, resultaba muy verosímil, y también un cierto guiño, la presencia de un gallego en la novela.

¿De qué puerto se trata?

Antes había personas que pensaban que las novelas policiacas solo eran creíbles si estaban ubicadas en otros países. Esos lectores asumían una trama en Chicago, Londres o en París, pero les costaba aceptar que ocurriera en Badajoz. Luego la situación fue cambiando y hoy en día hay muchísimas novelas policiacas que se localizan en ciudades españolas. Eso está muy bien porque aporta el placer de caminar de la mano del autor por ciudades como Santiago de Compostela, Vigo, Madrid, Barcelona...

Frente a eso, yo propongo otra alternativa: hablo de ciertos lugares, en España, sin decir exactamente dónde están. El juego está en retar al lector a que imagine de dónde estoy hablando.

Quiero que piense: “Está muy claro que se refiere a este sitio que conozco”. La magia está en que una misma descripción hace que distintas personas piensen en lugares diferentes, así el lector hace suya la historia al leerla.

¿Por qué eligió un puerto?

Un puerto es un lugar desconocido e intrigante para los que no trabajan allí. Está rodeado por un muro que lo separa de la ciudad y sus accesos son controlados por la Guardia Civil, eso le confiere una imagen de territorio prohibido, secreto, inhóspito y peligroso. Penetrar allí supone atravesar una frontera misteriosa y atrayente. El mito se incremente con las noticias que salen en la prensa sobre contrabando, delincuencia, comercio ilegal, trata de personas... Todo ese mundillo es el caldo de cultivo ideal para una novela negra. Yo quería dejar hablar a los de dentro...

¿Y cómo lo ven los de dentro?

Todos los portuarios tienen algo en común, como los habitantes de un país: una especie de escondido orgullo, de identidad, de pertenencia a un colectivo. Ellos ven las cosas de una forma diferente. Por ejemplo, desde la ciudad los contenedores se ven como cajitas de cerillas multicolores, las grúas parecen pequeñas en el horizonte y los barcos aparentan ser de juguete; pero de cerca todo es gigantesco: portacontenedores mayores que un estadio olímpico, terminales de contenedores del tamaño de cien campos de futbol, grúas descomunales, montañas de contenedores... Tras leer mi novela, los lectores jamás volverán a ver un puerto como lo hacían antes. Es una historia de los de dentro para los de fuera

04 oct 2021 / 19:48
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