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ENTREVISTA
FABIANO MASSIMI Escritor

Un caso real que pudo llegar a cambiar el curso de la Historia

Carmen Prado

Alfaguara arranca el verano con la publicación de uno de los thriller históricos más esperados del año, El ángel de Múnich, de Fabiano Massimi, basado en la misteriosa muerte de la sobrina de Hitler.

Tras años de estudio de bibliografía y fuentes inéditas, y tras un arduo proceso de investigación, Massimi destapa en este aclamado y revolucionario thriller literario las tramas y las personalidades históricas que protagonizaron un caso real que estuvo a punto de cambiar el curso de la Historia

¿Qué aporta esta obra en relación con las publicadas hasta la fecha?

Antes de El Ángel de Múnich, nunca se había publicado una novela que tratara directamente el suceso de Geli Raubal; pero es que además, sorprendentemente, ni siquiera existen ensayos, películas u obras de teatro sobre este asunto. Se trata, a todas luces, de una historia extraordinaria, llena de misterios y enigmas; de sorpresas y giros inesperados; de altibajos, pequeños detalles y grandes personajes. Yo no la conocía y cuando la descubrí, recuerdo que pensé que se trataba de un mito, de una historia inventada. Por el contrario, cuanto más escarbaba, más cosas salían a la luz; datos nuevos y a cuál más increíble. Desde el primer momento, mi objetivo fue alcanzar a un público lo más amplio posible, porque creo que es una profunda injusticia que Geli Raubal haya sido olvidada (o mejor dicho, borrada). Recuperar su recuerdo es hoy la única forma de justicia que podemos ofrecerle, y la literatura es el mejor vehículo para hacerlo.

¿El morbo de la posible relación Hitler y su sobrina tiene consistencia?

Sí, por supuesto, y lo sabemos por muchos testigos y varios documentos, todos ellos incluidos en la novela. Basta con decir que Geli, sin padre desde niña, era sobrina de sangre de Hitler, al ser hija de su media hermana. Hitler era su tutor legal e, incluso, la acogió en su casa; pero, al mismo tiempo, expresaba abiertamente su deseo de casarse con ella. Con toda probabilidad, la propia Geli adolescente alimentó ese sueño de Hitler, que con el tiempo, sin embargo, se convirtió en algo más complejo, en una actitud posesiva que la oprimía y que hizo que la gratitud por lo que el “Tío Alf” había hecho por ella se mezclara con la desesperación por sentirse prisionera. Sabemos con certeza que Hitler, un artista con algo de talento, la retrató en varias ocasiones con detalles no del todo inocentes. En Múnich, todos hablaban de su relación, y la novela cuenta por qué.

¿Que se haya quitado la vida siempre ha representado una gran incógnita. ¿El autor la despeja?

En la medida de lo posible, gracias a los documentos y los testimonios que han sobrevivido, y recurriendo a la imaginación solo para rellenar huecos obvios y aclarar contradicciones estridentes, puedo decir que así es. El ángel de Múnich aclara ese gran misterio y da una solución a las viejas preguntas sobre la muerte de Geli Raubal: ¿fue un suicidio por voluntad propia o por presiones externas?; ¿se trató de un suicidio o, como sostenía Goering, de una muerte accidental?, o incluso ¿fue Geli asesinada por el propio Hitler o por algún matón del partido? Creo que las conclusiones de mi novela se acercan mucho a la verdad. Pero incluso si este no fuera el caso, conseguir que se vuelva a hablar de este suceso ya sería un éxito para mí. Los lectores siempre podrán formarse su propia opinión consultando la bibliografía al final del libro (casi 70 títulos), que recoge todo lo que existe sobre el caso de Geli Raubal.

¿En qué fuentes se ha nutrido? ¿Son consistentes?

Empecé buscando en internet, donde solo encontré información muy imprecisa e incompleta, y desde allí comencé a recopilar todo lo que se ha publicado sobre Hitler y el nazismo, en busca de alguna referencia, por muy pequeña que fuera, a la historia de Geli. En el curso de mi investigación he ido acumulando decenas y decenas de textos en italiano, francés, inglés y alemán; algunos de ellos son muy raros, como Hitler et moi de Otto Strasser, que se publicó en París en 1940 y nunca ha sido traducido o reeditado.

Una vez reunidos los documentos, los crucé y los comparé con lo que todavía existe en Múnich, la ciudad donde ocurrieron los hechos y que yo recorrí a lo largo y ancho, visitando todos los lugares de esta historia para poder reproducirlos de manera verídica. En resumen, creo que no se me ha escapado nada de lo que hoy es aun posible encontrar sobre el caso Raubal, hasta el punto de que, a la hora de escribir la novela, tuve que dejar algunos detalles, ¡de lo contrario el libro hubiese alcanzado las 800 páginas! Pero todo lo que es crucial para la investigación (la mía, la del lector y la de mis dos comisarios) está en el thriller que tenéis en vuestras manos y que, eso espero, os regalará horas de lectura interesantes y placenteras.

¿Pudo cambiar el destino personal del dictador si su sobrina no hubiese fallecido en tan trágicas circunstancias?

No solo el destino de Hitler, ¡sino el nuestro también! Y no lo digo yo, sino muchos de los testigos que conocieron a Geli y al “Tío Alf”, y los vieron juntos. Según Goering, que incluso habló de ello en el juicio de Núremberg, la muerte de la pobre muchacha, tan hermosa, alegre, llena de vida y talento, representó la gota que colmó el vaso para el futuro dictador; el golpe definitivo que le despojó de la poca humanidad que aun tenía. Y dada la influencia que ella ejercía sobre él, creo que tenerla a su lado (casándose con ella, como él repetidas veces declaró que quería hacer) lo habría suavizado y frenado.

Pero la historia podría haber sido diferente incluso si la investigación sobre la muerte de Geli hubiera tenido otro resultado, como lo demuestra el entusiasmo con el que nazis y antinazis se lanzaron sobre el escándalo en los días posteriores al 18 de septiembre de 1931: por un lado, el Partido y el ministro de Justicia bávaro hicieron todo lo posible para borrar cualquier huella y abortar la investigación; por el otro, la prensa libre denunció el caso con vehemencia y, en las sombras, fueron muchos los que conspiraron para que la muerte de una “simple” muchacha pudiese convertirse en un obstáculo insalvable para el nazismo en ascenso.

¿Cuánto tiempo dedicó a escribirlo y qué destacaría del libro?

Largos meses de investigación febril y muy intensa, con viajes, lecturas, planificación, cambios, mientras iba escribiendo a vuelapluma el primer borrador; después, otros meses para releer y corregir, verificando cada detalle para evitar que cualquier error histórico, por muy trivial que fuera, restase verosimilitud a la historia -verdadera y trágica- de Geli.

Porque, si bien el primer objetivo de mi novela es el que ha sido siempre el noble propósito de la literatura, es decir, entretener, divertir y proporcionar placer al lector, cuyo tiempo es limitado y muy valioso, la esperanza de devolverle a Geli el lugar que se merece en nuestra memoria fue mi estrella polar. Si tuviera que decir solo una cosa sobre el Ángel de Múnich, sería esta: es un libro que puede leerse como un thriller, como una novela negra, como una novela histórica o como la historia de una toma de conciencia (por parte de mis dos comisarios y del pueblo alemán), pero que, en su corazón, no deja de ser un apasionado homenaje a la memoria de Geli Raubal, no como personaje, sino como persona.

13 jul 2020 / 00:00
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