Una DANA atmosférica y anímica en toda regla

A estas alturas ya no sé qué pensar. Si ha sido pura coincidencia, una alineación de los astros o alguien con un superpoder echándose unas risas a costa de los pobres mortales. Pero en mi opinión, que entre una DANA el día que publican las medidas restrictivas de cara a la Navidad, a mí me da qué pensar. Desde luego, yo ha sido leerlas y sentir una Depresión Aislada de Niveles Altos en toda regla, por supuesto mucha más anímica que meteorológica.

Que no es fácil hacer una hoja de ruta que pueda frenar el virus y salvar la economía es obvio. Igual que no lo es tomar decisiones de este calibre, y que sí se toman es con el convencimiento de que son las mejores para salir de esto. Es evidente que debería haber más concienciación socia, una divulgación adecuada de la información científica sobre el virus, y apelar a la prudencia individual de cada uno a la hora de seguir las pautas correctamente para seguir viviendo y conviviendo con el COVID-19, que desgraciadamente apareció para quedarse.

Pero también dicho esto, aplicar un poco de empatía y de sentido común a las normas no vendría mal, porque en este año que llevamos mucho me temo que los gobiernos tienen varias asignaturas suspensas, y estaría muy bien que se pusiesen un poco las pilas para remontar el curso.

Por cierto, ardo en deseos de ver cómo van a hacer para comer el pavo de Nochebuena o las uvas de Fin de Año las familias que pasen de seis miembros, ¿se jugarán su sitio en la mesa al pito, pito gorgorito?

En resumen. No se pueden hacer reuniones, ni comidas ni cenas, y los niños se quedan sin Cabalgatas de Reyes, al menos en su concepto tradicional, pero eso sí, atención runners del mundo, se puede correr la San Silvestre. Aquí, ya lo digo, vendría muy bien poner un emoticono ojiplático y con la boca abierta rozando la luxación mandibular, que es como me quedé yo al leerlo.

Es decir, que a falta de cotillones para despedir el año bailando, tenemos la carrera de marras para hacerlo corriendo. Sin comentarios. Porque estupendo que se celebre, vaya, pero sinceramente me cuesta entender que insten a hacer las máximas actividades posibles en formato online, incluída la cabalgata, y que este deporte colectivo pueda hacerse de forma presencial así, sin más.

O sea, que yo ni footing nocturno ni guateque poscampanadas, pero adelanto ya que a este 2020 pienso darle puerta como se merece, es decir, con alcohol y muchas ganas,

Y ES QUE NO SÉ SI LE PASA A ALGUIEN MÁS O ES OTRA DE MIS RAREZAS, pero yo tengo la necesidad psicológica de pasar rápido la última hoja del calendario, aunque sea plenamente consciente de que eso no significa nada en realidad. Eso sí, la navidad me sigue dando tanta pereza como me ha dado siempre.

Por eso, me resulta muy extraño que aún no haya llegado diciembre y ya haya tanta gente en mood navideño, pensando en el Black Friday para comprar los regalos, adornando sus casas y escuchando canciones típicas de estas fiestas,

Al menos, eso es lo que recogen los datos de la plataforma Spotify, con más de 6.500 millones de minutos de canciones de Navidad en todo el mundo este año, encabezando el top five la imbatible All I want for Christmas is you, de Mariah Carey, a la que le siguen Last Christmas, de Wham!; Santa tell me, de Ariana Grande; It’s beginning to look a lot like Christmas, de Michael Bublé, y Mistletoe, de Justin Bieber.

Una lista bastante predecible, que añade en España otras preferencias como el Jingle Bell Rock, de Bobby Helms; Holly Jolly Christmas, de Michael Bublé; Llegó la navidad, de Generación Escogida, Ozuna y Christian Nieves; Rockin’ Around The Christmas Tree, de Brenda Lee, y un clásico, el Feliz Navidad, de José Feliciano, sin olvidar los villancicos tradicionales como El burrito sabanero, Campanas de Belén o Campana sobre campana. Inciso: ¿alguien más como yo asombrada de que no esté El Tamborilero de Raphael?

Y ME DA QUE NADA DE TEMÁTICA NAVIDEÑA (afortunadamente) en el primer trabajo del grupo compostelano Aparato que acaba de presentar un adelanto de lo que será su primer disco, Who will save me, y que incluye un videoclip dirigido por Ozo Perozo y Lucas Terceiro, e interpretado por la actriz Camila Bossa, que ya pulula por la red ganando seguidores de música electrónica.

Ni qué decir tiene que si ya es maravilloso de por sí ver el nacimiento de proyectos, negocios e iniciativas, en estos tiempos que corren lo es muchísimo más. Por eso, personalmente me reconforta ver que pese a la dificultad añadida que entrañan las circunstancias actuales, todavía hay personas empeñadas en seguir luchando e ilusionándose para reinventar sus negocios, publicar libros, lanzar discos, subirse a los escenarios o presentar colecciones de moda, como acaban de hacer las hermanas María y Ana Verde, creadoras de la firma gallega de moda Juana Rique, y que vistos los cambios a los que se ha visto avocado el sector nupcial, decidieron realizar una propuesta sencilla para las novias que quisieran casarse en la intimidad. Bueno, o no tanto.

Pero lo que sí tenían claro es que tocaba adaptar el negocio a las circunstancias, cambiando los plazos de entrega y realizando piezas para enviar a donde estuviese la novia sin necesidad de pruebas.

Nace así su pequeña colección Meu Ben, con una costura impecable y toda la esencia de la marca, inspirada una vez más en las raíces y la tradición familiar que se traduce en vestidos sencillos y elegantes.

Una noticia que me ha hecho tan feliz como los 27 nuevos nombres que se suman al cartel del próximo Mad Cool. La pregunta es, ¿seremos capaces de ir a festivales en el verano?