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Black Stones agitó la noche pontevedresa

Pontevedra. Suso Souto

El concierto que el grupo Black Stones ofreció la noche del miércoles en las pistas deportivas de Campolongo (Pontevedra) desbordó las previsiones de la organización, que optó por colocar más sillas para poder dar cabida a más público (unas trescientas personas), aunque garantizando que se mantuviesen las obligadas distancias de seguridad.

La banda arrancó con Please, please me y repasó buena parte de su repertorio ante un público entregado.

Precisamente Tino Domínguez (guitarra acústica y voz de la banda) publicó un interesante libro en el que repasa las historias, plagadas de anécdotas, de catorce formaciones musicales creadas en Pontevedra entre 1965 y 1972, entre las que sólo dicho grupo permanece activo.

La publicación, Pontevedra a 45 r.p.m. Los grupos pioneros en Pontevedra (1965-1972), está prologada por Carlos Valle Pérez, que además de exdirector del Museo de Pontevedra fue integrante de Los Péndulos.

Su viaje literario empieza con la historia de The Royal Juvents Group, nacido a finales del 65, entre cuyos integrantes estaba un personaje inglés llamado Mike, que lucía en su currículum el mérito de haber colaborado con los mismísimos Rolling Stones en alguuna ocasión como músico de estudio.

El grupo formó parte de la historia del emblemático Hotel Rías Bajas, donde durante varios meses hizo dos sesiones diarias.

Los Verdugos hicieron actuaciones todo el verano en el Club Náutico de Sanxenxo. Tino cuenta cómo “coincidiendo con una estancia de Julio Iglesias en Sanxenxo, después de su éxito en el Festival de Benidorm, a petición del público asistente cantó acompañado de Los Verdugos La vida sigue igual”. La ya entonces estrella sólo les había pedido mucho “eco”, pero no musical, sino mediático. Y ellos se lo proporcionaron con su cámara Binson.

EL DÍA QUE LOS VERDUGOS CABREARON A FRANCO. “Otra anécdota curiosa se produjo estando el yate Azor de Franco fondeado en medio de la ría a la altura de Sanxenxo durante ese verano. El caudillo les mandó una lancha para comunicarles que dejaran de hacer ruido porque no le permitía dormir. Les dieron vacaciones hasta que se fue”, dice Tino Domínguez.

Algunos músicos y cantantes de las formaciones pontevedresas de la época pasaron de una banda a otra. Como Luis Nodar, voz principal de Los Drakkars, que procedía de otra fundada por él mismo: Los Phoniks, a los que era fácil ver tocando en la alameda de la ciudad temas de The Beatles, rodeados de un gran número de jóvenes que bailaban al ritmo de Baby’s in black, interpretado por Luis Nodar y Armando.

El 14 de julio de 1968 es una fecha señalada en la biografía de Los Drakkars, porque ganan el II Festival Gallego de la Canción Moderna, celebrado en la Sala Barbarella de Pontevedra, con una canción en gallego titulada Non chores máis.

La Nochevieja del año siguiente compartieron escenario con Víctor Manuel, que por aquel entonces estrenaba una canción que tuvo un gran éxito: Paxariños. Otros, como Los Microns, se codearon con los Rolling Stones en Lausanne.

En 1970 llegaron a Madrid, donde, durante una actuación en una sala de Alcobendas, llamaron la atención de unos cazatalentos, gracias a los cuales debutaron en el J.J. (lo máximo entonces, por donde pasaron Juan y Junior o Fórmula V).

Algunas formaciones se reinventaron cambiando de nombre, como La Camiseta, que pasó a llamarse Queimada tras cambiar de discográfica. Y para esta formación, como para algunas otras, la mili (el servicio militar obligatorio) supuso la desaparición. Los integrantes de Los Stokers no pasaban de los 15 años cuando crearon la suya. Y todos tenían alguna relación con la Justicia: “eran hijos de funcionarios del Cuerpo Judicial, por lo que residían en las viviendas que había en la última planta de la Audiencia Provincial... y ensayaban en un trastero bajo una escalera del Palacio de Justicia”, dice el autor en el libro.

Una de las salas emblemáticas de la época era la Beiramar, en A Illa, a la que, cuando aún no existía el puente, los músicos tenían que llevar el material en un barco que se abría paso entre las bateas.

Los Pontis duraron sólo dos años. Su cantante, Anselmo, se transformó en Xoan Sixto, porque para entonces estaban de moda los solistas y cantautores. En 1971 se interesó por él el delegado del Ministerio de Información y Turismo, que le propició una actuación en el programa España en directo de TVE, donde le entrevistó Tico Medina.

En cuanto a los Black Stones, “le llamamos así y ni siquiera sabíamos que existía un lugar denominado Pedras Negras en San Vicente do Mar, porque lo inglés, en aquellos años molaba mucho”, dice Tino. Esta banda comenzó en 1969 pero tuvo un largo parón de 26 años, hasta que volvieron a reunirse en 1996.

Otro grupo, California, compartió escenario con Los Diablos, Los Puntos o Rumba 3 y, mientras a uno de sus integrantes le tocó una quiniela de 14, otro falleció al mes siguiente en un accidente de tráfico.

En el libro, José Rey recuerda cómo dejó su trabajo como vendedor de libros (por el que le pagaban 1.100 pesetas) tras su primera actuación con Play Boys, donde cobraba 1.500.

14 ago 2020 / 00:15
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