Un recorrido por los pueblos del Camino a todo color

La fantasía es muchas veces más importante que la realidad. El mundo ya es lo suficientemente tedioso como para tener que vivirlo dos veces, ¿no créeis? Así, un dibujante tiene la capacidad, solamente con su lápiz y pincel, de lograr transmitir las mejores virtudes de los paisajes y gentes de una tierra con vivos colores que escapan a la capacidad de las cámaras. La imaginación es, sin duda alguna, la pieza fundamental del arte. Y, para el espectador, también se trata de un deleite el poder escapar de su rutina diaria a través de toda una explosión de color para los sentidos.

De este modo, si combinamos esta visión peculiar del arte de un dibujante con la historia que tiene tras de sí el Camino de Santiago y las múltiples maravillas que existen en las villas por las que discurren sus empedradas calles, nos encontramos frente a frente con la exposición Viae Ad Limina Sancti Iacobi, de Chencho Pardo Valdés, exhibida en el famoso Museo de las Peregrinaciones de Santiago.

El objetivo del artista, a través de sus dibujos, no era recrear las villas gallegas por las que discurre El Camino, para eso ya están los mapas, sino que era poder transmitir sus principales maravillas, representando los elementos arquitectónicos más importantes de cada una. Sin duda, se trataba de enriquecer nuestro patrimonio y extender, por fuera y por dentro de Galicia, el enorme caudal cultural del que podemos hacer gala.

DIBUJO VS. FOTOGRAFÏA. “A veces la fotografía con su realismo no parece ser capaz de llegar, el fino y atento ojo del artista consigue transmitir sensaciones más allá de lo concreto y lo material”, versa un cartel indicativo que recibe al visitante a la entrada de la sala de exposiciones. Unas frases escritas en una caligrafía que también muestra su autenticidad y valor diferencial: fuentes de la Edad Media y vocabulario similar al castellano antiguo de los siglos XV a XVII.

LOS DIFERENTES ITINERARIOS Y SUS PUEBLOS. Camino Inglés, Francés, Portugués... todas las variantes por las que los peregrinos pueden llegar a Santiago se encuentran representadas en esta exposición, con sus principales pueblos. Así, el Camino Inglés se muestra a través de cuatro territorios: A Coruña, Betanzos, Ferrol y Pontedeume. Chencho Pardo lo describe como “que ilustra e refiere el camino de los peregrinos que venían más allá de los mares ante la tumba del Señor Santiago. Arribaban de barcos en Ferrol y A Coruña e tenían nellos a señores del reyno de Inglaterra e de otros más al norte”.

Por su parte, el Camino Norte se plantea a través de villas como Ribadeo, Mondoñedo, Vilalba y Sobrado dos Monxes, con gran colorido y desparpajo. Este es el “camino de los peregrinos que venían de las tierras astures los más dellos, arribaban en barcas, desde la Ría de Ribadeo, e percorrían las tierras del norte deste viejo reyno de Galicia, atravesando montañas e llanuras colmadas de fermosas aldeas e nobles villas con historia”, decía Chencho en su descripción caligráfica.

Finalmente, solo por nombrar alguno más de los itinerarios de estos viejos caminos jacobeos, se representa el Camino Francés, pasando por O Cebreiro, Samos, Portomarín, Melide y Portadeza de Tambre. “Ilustra e refiere el Camino de los peregrinos que venían de muchos logares atravesando los reynos de Castilla e de León a postrarse ante la tumba del Señor Santiago. Cuando los naturales destos reynos expulsaron a la monsina e el peregrinaje fíxose más seguro”, versa la leyenda.

VISITA OBLIGADA. Por la gran dedicación y esfuerzo presentado en esta colección, ‘Viae Ad Limina Sancti Iacobi’ es la obra más querida de Chencho Pardo Valdés, quién guardó con esmero todos los dibujos relativos a Galicia.

Esta exposición no solo sorprende por la calidad artística de los dibujos y su minuciosidad, la caligrafía que los acompaña también tiene el estilo propio de su autor.

Redactadas y escritas por él mismo a plumilla siguiendo un estilo histórico, le otorgan un aire melancólico al recorrido por estas villas y ciudades representadas en la sala expositiva del Museo de las Peregrinaciones y de Santiago.

El relato histórico es un elemento que nos va a acompañar durante toda la visita, pues a través del estudio heráldico realizado por el autor, nos remitimos a tiempos de linajes y estirpes que graban su impronta en la piedera para la perpetuidad.

Así que ya sabéis, si este verano os encontráis o decidís visitar la ciudad de Compostela, esta es una cita que no podéis dejar pasar. El Museo de las Peregrinaciones permanece abierto de martes a viernes, de 9.30 a 20.30 horas, los sábados de 11.00 a 19.30 y los domingos y festivos de 10.15 a 14.45 horas. Un amplio abanico de opciones.