Farmaindustria. Buenas prácticas

Industria farmacéutica: un sector pionero con las buenas prácticas y la transparencia

Las compañías farmacéuticas en España impulsaron hace más de 20 años un Sistema de Autorregulación que a través de una Unidad de Supervisión Deontológica independiente vela por su cumplimiento y hace de este modelo una referencia para otros sectores.

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La pandemia de coronavirus ha hecho más patente que nunca el compromiso de la industria farmacéutica con la sociedad, reflejado en su liderazgo global en materia de investigación y desarrollo de medicamentos y vacunas, que, como se ha constatado, ha sido crítico no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también económico y social.

Este compromiso con la sociedad se materializa también en la decidida apuesta que este sector inició en España hace dos décadas en el ámbito de las buenas prácticas y la transparencia. Consciente de que su tarea se desarrolla en un ámbito tan delicado y sensible socialmente como es el del medicamento, las acciones relacionadas con las buenas prácticas dentro de la industria farmacéutica han ido siempre un paso más allá de lo que recomienda el ordenamiento legal en nuestro país.

Esta dinámica de buenas prácticas ha dado como resultado un sector cada vez más volcado en la colaboración con los pacientes, para conocer sus necesidades y tratar de responder a ellas, y con la formación continuada de los profesionales sanitarios, y a la vez en continuo diálogo con la Administración en busca de soluciones para mejorar el cuidado de la salud y conciliar el acceso de los pacientes a la innovación y la sostenibilidad financiera del sistema sanitario. Y todo ello en un marco deontológico claro y apoyado en la transparencia.

El paso clave en este compromiso fue la creación en el año 2001 por parte de Farmaindustria del Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica. Esta autorregulación, está sustentada sobre seis principios fundamentales: confianza, integridad, respeto, legalidad, transparencia y prevención.

Un código público y en continua actualización

El compromiso del sector con las buenas prácticas se ha materializado en diversas acciones concretas. La más destacada fue la puesta en marcha y en la continua actualización del Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, que es la base del Sistema de Autorregulación. Se trata de un conjunto de normas que tienen el propósito de garantizar que la información que se pone a disposición de los profesionales de la sanidad en la promoción de los medicamentos sea completa, inmediata y veraz, así como para asegurar que las relaciones que las compañías y los profesionales sanitarios establecen se desarrollan respetando los más altos estándares éticos.

Este código vive en constante evolución. Farmaindustria adoptó en 1991 como Código Español el Código Europeo de Buenas Prácticas para la Promoción de los Medicamentos, aprobado por la Federación Europea de las Asociaciones e Industria Farmacéutica (Efpia), hasta que en 2001 definió el propio. Desde entonces ha sido revisado constantemente (la última versión es de septiembre de 2021) para adaptarse y adelantarse a las nuevas exigencias de una sociedad en constante evolución.

La transparencia es crucial: el Código es público para el conjunto de la sociedad, así como las sanciones y mediaciones que surgen de su aplicación. La apuesta por la transparencia ha sido reconocida y avalada por instituciones públicas, como el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y privadas, como Transparencia Internacional España y el Consejo de la Abogacía Española.

¿Quién controla las buenas prácticas?

El control del cumplimiento de las normas establecidas en el Código corresponde a la Unidad de Supervisión Deontológica, a la Comisión Deontológica y al Jurado de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol). La Unidad de Supervisión Deontológica de la industria farmacéutica (USD), independiente, tiene entre sus funciones velar por la aplicación del código, asesorar y formar. Así, la USD, analiza cada año de manera preventiva todas las reuniones científicas y profesionales presenciales y telemáticas promovidas o apoyadas por las compañías farmacéuticas. Según su último informe anual, cerca del 97% de estas reuniones son analizadas sin que se registre en ellas incidencia alguna que corregir, lo que muestra el compromiso de las compañías farmacéuticas con las buenas prácticas y el éxito del objetivo preventivo del Sistema de Autorregulación. Esta unidad dispone desde 2006 de una web donde aparecen todas estas reuniones científicas y profesionales organizadas por terceros y el resultado de su análisis, lo que contribuye notablemente al apoyo a la formación médica continuada de los profesionales sanitarios.

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medico en videoconferencia / Shutterstock

Reconocimiento de instituciones de transparencia

De esta manera, el Código de Buenas Prácticas, consolidado a lo largo de dos décadas a través de las sucesivas actualizaciones y reconocido por la exigencia y transparencia en la aplicación y seguimiento de su articulado, se ha convertido en una muestra pionera del valor de la autorregulación como instrumento para la evolución deontológica de un sector tan complejo y regulado como el de la industria farmacéutica.

El objetivo fundamental del Sistema de Autorregulación es generar en el conjunto de las compañías una conciencia de trabajo a través de una cultura de buenas prácticas.

  • En 2021 el sistema de autorregulación analizó y verificó: 1.419 reuniones y congresos científicos.
  • 97% de estos evento cumplieron con el Código de Buenas Prácticas.