Han abierto la escotilla y tras vaciarlo de agua la primera inspección ya hace presagiar lo que intuían desde el principio, que la droga ya no estaba. El lugar donde los narcos habían hundido el narcosubmarino, tan cerca de la costa, apuntaba a que los 3.000 kilos de cocaína que pudo transportar, habían sido recogidos. El hundimiento no parecía un accidente. Había quedado con la proa fuera del agua y por eso lo divisó el pescador. Un peligro para los barcos que había que quitar de en medio. Al no poder abrir la trampilla dentro del agua, los Geas hacían mediciones antes de la operación de izado y remolque. Se había llenado parcialmente de agua, para reflotarlo una vez enganchado por la grúa, han insuflado aire y la presión lo ha vacíado. La sensación de los investigadores es que el narcosubmarino no lleva demasiado tiempo parcialmente hundido. No creen que esté relacionado con las planeadoras que se encontraron abandonadas el mes pasado pero lo que es seguro es que el submarino es similar al hallado en Aldán en 2019.