Orgullosos de sentirse miembros de la Galicia luchadora y triunfadora

Como brillantes, ingeniosos e inconformistas, son un fiel ­reflejo de lo que representa la Galicia del siglo XXI; esa Galicia de hombres y mujeres que a través de sus trayectorias en muy diferentes facetas representan el mejor de los presentes y la mayor garantía de futuro de un país, así se mostraron los trece ­galardonados en la décima octava edición de la entrega de los premios ­Gallegos del Año que conceden las ­redacciones del Grupo Correo Gallego.

Roberto Vila Sexto, cooperante en Ramala de la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz, y primero en recibir el galardón como Gallego del Mes de Octubre, quiso compartir su distinción con el resto de miembros de la asociación en la que trabaja "por su perseverancia, sin olvidar la labor que realizan otras ONG". Recordó que Cooperación por la Paz "lleva catorce años en Palestina, uno más que yo, y que seguirá cuando me vaya", para desear "que Israel asuma la responsabilidad del dolor que causa y ponga fin a la ocupación de Gaza y Cisjordania, de forma que pueda haber una Palestina libre que defina su propio futuro".

Javier Gómez Noya, reciente campeón del mundo en ­triatlón, mostró su agradecimiento por el galardón como Gallego de noviembre, y más teniendo en cuenta que "practico un deporte minoritario", y quiso compartirlo "con la gente que me apoya y me permite seguir con ilusión". Se comprometió a "luchar por traer una medalla a Galicia de las Olimpiadas de Pekín".

Susana Fortes, que compartió el galardón de Gallega de diciembre con la también escritora Marta Rivera de la Cruz, se declaró "gallega de toda la vida", para añadir que "me gustaría perseverar en esta mención honorífica y ejercerla con ironía y sentido del humor como Valle-Inclán, Julio Camba, Laxeiro y tantos otros gallegos", y concluyó señalando que "aunque dé la vuelta al mundo, siempre estaré aquí".

Marta Rivera de la Cruz se mostró ilusionada por compartir distinción con Susana Fortes porque con ellas se estaba premiando "a la literatura gallega hecha por mujeres en un momento en el que la literatura gallega pega muy fuerte en muchos sitios".

El publicista Miguel Conde Lobato agradeció su nombramiento como Gallego del Mes de Enero "como persona, publicista y empresario, yo que nací en la Caracas de la emigración, algo que fue negativo y que nos convirtió en el pueblo más maravilloso". Un pueblo que definió como una "tierra de pulpeiras, de gente brava, estirpe de resistentes superando problemas", y se mostró además convencido de que "ser gallego tiene que ser universal", para culminar dando las gracias a "Isabel, mi mujer, la gallega del milenio".

José Ramón García, presidente de Blusens y Gallego de febrero, recordó los comienzos de la empresa, agradeció a todos los que cada día dedican jornadas maratonianas a hacerla más grande, y se dirigió a los jóvenes emprendedores para subrayarles que "con mucho esfuerzo y dedicación, nada es imposible".

El pintor Antón Pulido quiso brindar el galardón como Gallego de marzo a toda esa increíble saga de "creadores plásticos que contribuyeron a que esa Galicia que hoy rezuma de colores otoñales sea cada vez más hermosa y universal".

En nombre de la Gallega de Abril, la científica María Teresa Miras Portugal, recogió el premio su hermano Aurelio Miras, quien al leer unas palabras de la galardonada subrayó que "el ser humano habita en su memoria y la mía está en Galicia, en los maravillosos recuerdos de una tierra donde me sentí libre, donde aprendí los valores de la constancia, y a la que siempre vuelvo para recordarme a mí misma".

El productor y presidente de Distrivisión TV, José María Besteiro, quiso compartir el Gallego de Junio con todo el equipo de la serie Libro de familia, y tuvo un especial recuerdo para "mi padre, que murió el año pasado, y que fue quien me enseñó a trabajar; mi abuelo, que me enseñó a soñar, y mi madre, que me enseñó a amar", sin olvidar a su mujer, Lucila, y a sus hijos, Pablo y Marcos, "porque hasta que fui padre no entendí que los niños iluminan el hogar, no hay manera de que apaguen las luces".

El empresario Carlos Pérez Padrón, Gallego de Julio, consideró que "ser gallego no se paga con nada", y aseguró que "ver cómo se levanta la bandera gallega en el Pacífico es emocionante".

La Gallega de Agosto, la periodista María Antonia Iglesias, consideró que el premio "es una demostración de que ésta es una tierra abierta, amplia, inteligente y generosa, y yo soy gallega porque mi madre me trajo aquí cuando estaba en su vientre". Dijo que era el mejor galardón porque se lo otorgaban sus compañeros de profesión, y señaló que por su muestra de "tolerancia y generosidad tiene un valor especial, como lo tienen los de pureza de corazón, esas virtudes que compartieron mis pobres maestros de la República".