Ames tras la estela de Bansky

Si hay algo que ha prevalecido a lo largo de la historia pese a todos los conflictos y los diferentes sucesos que el mundo ha presenciado, es el arte. Este ha servido como un documento gráfico que ha retratado las diferentes concepciones, paradigmas e ideosincrasias que la sociedad global ha profesado, dejando, de este modo, un rastro pictórico del avance de las culturas orientales y occidentales tras los siglos. Desde las pinturas rupestres de yacimientos como el de Altamira, pasando por

Los girasoles de Van Gogh o el muralismo revolucionario de México encabezado por Diego Rivera hasta el arte urbano o Street Art dominado por artistas mundialmente reconocidos y, a la vez, anónimos como Bansky. Pese a que ninguno de los anteriormente citados sean coetáneos, todos tienen algo en común. Plasmaban situaciones de su realidad, valiéndose del arte como medio de reivindicación, protesta o, simplemente, como una expresión de sus sentimientos o su yo artístico.

En la actualidad y como sucede con todo, el arte ha evolucionado para adecuarse a las características y a las demandas de la sociedad. Es de este modo como el arte callejero, a través del muralismo u otro tipo de representaciones ha pasado de ser una forma de expresión minoritaria a teñir de color los espacios más codiciados de las grandes ciudades. Así pues, Londres, Berlín, Nueva York o Barcelona se han convertido, entre otras, en las capitales mundiales de este tipo de arte, el Street Art. Pero esto no solo se limita a las grandes ciudades, ya que otras mucho más pequeñas y desconocidas cuentan con grandes murales que dan vida y llenan de arte sus calles y edificios. Un claro caso de esto es Bertamiráns. El municipio amiense cuenta con todo tipo de murales, varios de ellos realizados por artistas reconocidos mundialmente. De este modo, se pueden presenciar este tipo de representaciones por toda la ciudad, entre los cuales destaca sin duda el llevado a cabo por Joseba Muruzabal en homenaje a Rosalía de Castro. En este se muestran varias mujeres, todas ellas con el rostro de la escritora, que sirven de metáfora visual para mostrar la contemporaneidad de la figura y de la obra rosaliana y su vínculo con la juventud, el cual se encuentra situado en la Casa Barbazán. Murazabal saltó a la fama tras realizar obras pictóricas de gran tamaño en las que retrataba a las abuelas gallegas como superheroínas en las paredes de los edificios, obras que se enmarcan dentro de la serie Fenómenos do Rural.

Por otro lado, este no es el único mural con el que cuenta el municipio amiense, ya que sus colegios, locales comerciales y todo tipo de paredes, cuentan con dichas representaciones. Además, esta próxima semana se les unirá uno más, dado que el artista italiano Piero está realizando una nueva obra para un comercio local, llevando el arte urbano a su máxima expresión tras instalar su taller en el “marco incoparable” del parque do Ameneiral.