Encarrilan la campaña en Noia y el bivalvo rey ya cobra protagonismo

Los mariscadores volvieron a faenar en A Misela // Aumentaron los cupos de berberecho, que incrementó su precio // Las conserveras comienzan a comprar
Marisqueo
María Cano
Mariscadores llegando a tierra en sus embarcaciones tras una jornada de trabajo. Foto: ECG

“De aquí para diante penso que todo vai mellorar; xa saltamos os obstáculos”, reconocía el patrón mayor de la cofradía San Bartolomé, Santiago Cruz Martínez. Los productores de la ría de Muros-Noia comenzaron la campaña marisquera con el pie izquierdo. Arrancó el pasado 28 de septiembre, con una semana de retraso al decretarse un cierre cautelar debido a la presencia de toxina, que lo condicionó todo.

Pese a que había abundante berberecho, y de calidad, la elevada cantidad de fitoplancton propició que las fábricas (los principales compradores) no pujaran por el bivalvo rey, al ser este inapropiado para conserva. Una situación que obligó al pósito a reducir los cupos, suficiente para vender en fresco, para tratar de elevar los precios, ya que los alcanzados eran impropios de las primeras jornadas.

Otra de las medidas adoptadas fue cerrar la zona de A Misela, donde se encuentra el mejor producto, la cual acaban de reabrir. Un indicador, junto con el repunte de las cotizaciones de estos días, de que el ejercicio se encarrila.

“Parece que todo está mellorando e que todo volve á normalidade. Si se suben os topes –hasta 25 kilogramos para los de a flote y 16 para los de a pie– é porque se espera a melloría; e se se vai a unha zona onde sabemos que hai berberecho grande, tamén”, dijo el secretario de la entidad marinera, Adelo Freire.

Apuntó que en los últimos días el molusco de segunda categoría superó los 7,50 euros el kilo, el de tercera los 5 euros y el de cuarta pasó de 4 euros. “Unha subida importante”, afirmó Freire, quien espera que la tendencia se mantenga en el tiempo.

Respecto a las conserveras, el secretario de la cofradía aseguró que “é importante que entren pronto nas puxas, algunha xa entrou, e que se animen o resto”.

Otro punto a favor será el final de la emergencia sanitaria, con el que la hostelería podrá respirar tranquila. “Tanto ao fresco como ás conservas; si á hostalería lle vai ben, a nós tamén. É unha cadea todo”, indicó Freire.

Que todo siga su curso y que la marea roja y las riadas les permitan trabajar.