Los ingresos por ventas de pescado en las lonjas crecieron un 7 % en 2022

En el litoral comprendido en Caión y Rianxo facturaron más de 95,2 millones de euros // El crudo invierno y la imposición de nuevos cupos de capturas están oscureciendo el horizonte este año
Balance
Jose Manuel Ramos
Momento de una subasta de pescado en la lonja del puerto pesquero de la villa bergantiñana de Laxe. Foto: J. M. R.

El balance del año 2022 para el sector pesquero y marisquero ha sido, en general, positivo, ya que aumentaron tanto los ingresos como el volumen de capturas en las lonjas del litoral comprendido entre Caión (A Laracha) y Rianxo. En cuanto a la facturación total de las rulas, superó los 95,2 millones de euros, segun datos de Pesca de Galicia, lo que supone un incremento de algo más del 7 % respecto a 2021.

En relación a las capturas, el pasado año se subastaron en lonja más 41,4 millones de quilos de pescados y mariscos, mientras que en 2021 la cifra se había quedado por debajo de los 36,8 millones (un 11 % menos).

Detrás de estas cifras está el hecho de que 2022 ha sido un año bueno en capturas de especies como “ourizo, xurelo, polbo e outros peixes do día”, indica el patrón mayor de la cofradía de Malpica de Bergantiños, Pedro Pérez. A eso hay que añadir las buenas cotizaciones, en general, y especialmente del pulpo, que “ademais de haber cantidade pagouse bastante ben en lonxa, acadando uns prezos medios de 12 euros/quilo os grandes; 10 €/Kg os de entre quilo e medio e dous kilos; e 7 euros os de un quilo”, añade.

No obstante, el favorable balance del último año comenzó a oscurecerse en los últimos meses de 2022 debido a la sucesión de temporales, que obligaron a quedarse en puerto a la mayoría de la flota más días de los previstos, y que además impidió faenar a los percebeiros en la temporada navideña, cuando más se paga por los preciados crustáceos. A ello hay que sumar la imposición de nuevas cuotas desde la Unión Europea para especies que son vitales para la flota de bajura, como es el caso del jurel.

A este respecto, Pedro Pérez señala que, o se reducen o se ofrecen alternativas, porque así “de que vamos a vivir”. Señala que en el caso del puerto de Malpica, las restricciones mantienen amarrados a doce barcos de cerco, “que aportan o cincuenta por cento dos ingresos que temos no noso porto”. Además, la medida afecta también a embarcaciones que trabajan con otras artes, como las betas, “pois sempre lle vén algo de xurelo no aparello, pero só se lle permite pescar 5 quilos de xurelos ao día”.

A mayores, el sector pesquero también está sufriendo el incremento de los precios del combustible, “pois o gasoil xa se paga a 1 euro por litro e a gasolina a 1,20 €. Vense todo encima de nós”, concluye el patrón malpicano.

Dificultades que los representantes de las cofradías trasladaron semanas atrás al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, coincidiendo con el acto de toma de posesión del presidente de la Federación Galega de Confrarías. Aguardan que, más pronto que tarde, lleguen soluciones.