Otra salvaje colisión urge que se amplíe la autovía de Brión a Noia

Accidente de tráfico
O.D. Vilar
Servicios de emergencia y helicóptero ya en el lugar. Foto: RS

Otra brutal colisión, con 4 heridos y tres automóviles implicados este viernes en el corredor a Noia, y los 2 fallecidos en septiembre en otro choque vuelven a poner sobre la mesa la urgencia de desdoblar la prolongación de la autovía AG-56 hasta la ría.

El último suceso ocurrió pocos minutos después de las nueve de la mañana, cuando por motivos que se desconocen, un vehículo invadió el carril contrario –Tráfico está investigando las causas– impactando de frente contra otro, y afectando a un tercer automóvil. Como resultado, hubo que lamentar 4 heridos, uno de ellos excarcelado y trasladado grave en helicóptero medicalizado, en una mañana caracterizada por las fuertes rachas de viento y los chaparrones torrenciales.

Precisamente, el lugar del accidente resume a la perfección las consecuencias de no haber desdoblado aún el corredor entre a Maía y Noia... porque fue en el kilómetro 13 de la CG-1.5, un tramo donde se alterna el doble carril, pero únicamente en uno de los sentidos y sin mediana, elemento de separación que a todas luces habría reducido las violentas consecuencias del choque.

La aparatosidad del encontronazo fue tal que obligó a los servicios de mantenimiento a despejar una calzada plagada de los múltiples restos de carrocería esparcidos, y en la que se llegó a cortar la circulación hacia la costa a una hora en la que registra un importante trasiego de automóviles. Además, el motor del BMW implicado en los hechos se desprendió del chasis, y quedó depositado sobre el firme como muestra de la gravedad de los hechos.

La génesis de esta vía de comunicación entre la capital gallega y la Ría de Muros e Noia se sitúa a principios de 2007 cuando todavía estaba en obras la autovía entre Compostela y A Maía. En marzo, la Consellería de Política Territorial aprobaba de manera definitiva el proyecto de trazado y el estudio de impacto ambiental del corredor Brión-Noia, que daría continuidad a esa AG-56, modificando el proyecto inicial de vía rápida a corredor y con un coste de más de 60 millones de euros. Entonces estaba al frente de la Xunta el PSOE, y ya se había reservado el terreno necesario para, en un futuro, desdoblar la carretera en cuatro carriles hasta la costa.

Posteriormente, en 2009, llegaba Feijóo a la presidencia de Galicia, anunciando dos años después que ya se había adjudicado el proyecto para convertir en realidad la ansiada autopista gratuita. Los 16.000 vehículos que llega a registrar en verano y, sobre todo, el coste en vidas urgen la esperada ampliación.