C.G. de 58 años mató a su hermano con un arma blanca // Llevaba años residiendo en Oroso, había protagonizado trifulcas y alguna vez ya tuvo que ser reducido por la fuerza // La víctima llegó desde Rumanía el lunes para visitarlo TEXTO O. D Vilar

Peleas y agresiones: rutinas del degollador confeso de Sigüeiro

Sucesos
O.D. Vilar
Guardiasciviles supervisan el traslado del cuerpo sin vida del súbdito rumano del portal número 26 de la rúa do Portiño, Oroso. Foto: Lavandeira jr

La capital de Oroso amanecía conmocionada tras confesar uno de sus vecinos (C.G., de 58 años) haber degollado a su hermano, que vino desde el extranjero para visitarlo y apenas llevaba un día en este ayuntamiento de la comarca ordense. De origen rumano ambos, el agresor optaba por presentarse cubierto de sangre a las 10.00 de la mañana del martes en el Juzgado de Paz de Sigüeiro con el fin de entregarse. El sujeto, que anteriormente había protagonizado peleas y agresiones varias en el entorno orosano, fue detenido de inmediato por la Guardia Civil, que lo trasladó al cuartel de la localidad antes de ponerlo a disposición de las autoridades judiciales.

Según ha trascendido, el detenido alegó que había mantenido una discusión con su hermano cuando estaban ambos bajo los efectos del alcohol, terminando la disputa con el trágico resultado antes descrito. Asimismo, confirman que los hechos se perpetraron con un cuchillo.

Precisamente, la Policía Judicial de la Benemérita trabajaba el martes para fijar fehacientemente las identidades de los implicados en el crimen, en el que se habría empleado un arma blanca. La víctima, al parecer, habría llegado desde Rumanía el pasado lunes para visitar a su hermano, vecino del número 26 de la rúa do Portiño. Y hasta ese inmueble marco del suceso se desplazaron los agentes, encontrándose con el cuerpo sin vida. El arrestado en relación con este crimen permaneció durante la mañana en las instalaciones de la Benemérita, emplazadas en la orilla santiaguesa del Tambre.

Pero no se trataba, ni mucho menos, de un hecho aislado, ya que el agresor protagonizó varios altercados violentos durante los años que llevaba residiendo en este municipio, si bien hasta la fecha nunca se habían traducido en una muerte violenta de este tipo.

EN UN BAR. “Un vecino tuvo que reducirlo, hará cosa de un año, en el Bar Sigüeiro cuando se lanzó a por el dueño amenazándole de muerte”, relatan los lugareños. Al parecer, cuando estaba sobrio tenía un trato aparentemente normal, “pero cuando bebía la cosa cambiaba”, aportan las mismas fuentes tras ser consultadas por este diario, “porque el día que lo redujeron en el mencionado bar en el suelo, y aunque le pusieron una silla encima, casi que consiguió incorporarse con la furia que arrastraba”, apostillaban a este diario testigos directos.

Hace un par de meses, igualmente, fue observado pegándole con violencia a un joven a pie de la N-550 sin que le importase lo más mínimo la expectación que estaba creando, y aseguran que era un viejo conocido del Instituto Armado por hechos semejantes. De constitución fuerte y alto, C.G. había trabajado como peón en algunas empresas de la zona y, según aportan algunos de sus convecinos, “al principio se había corrido el rumor de que era el hermano quien había venido a Oroso a matarlo”, si bien la autoconfesión del reo pronto desmintió tal posibilidad. Asimismo, y aunque el contacto no era estrecho, creen que residía solo en el piso de la citada travesía.

TRASIEGO. Precisamente, durante la mañana y primera hora de la tarde el piso donde ocurrieron los hechos –en el número 26 de la citada travesía–, fue un constante ir y venir de agentes de la Policía Judicial para examinar el lugar en el tuvo lugar el degüello, así como de la Funeraria Casablanca, cuyos operarios fueron los encargados de retirar el cuerpo sin vida del hermano de C.G.