Presentan un escrito de queja por el centro deportivo con 150 firmas

Usuarios de A Telleira critican las goteras y humedades, según el PP // Aseguran que está masificado y los aparatos son escasos // Exigen al regidor más supervisión
Protestas vecinales
O.D. Vilar
Imagen de archivo de una visita al centro deportivo A Telleira de Bertamiráns. Foto: CDA

El PP de Ames afirma que se ha quedado “corto” respecto a las críticas vecinales por las condiciones del centro deportivo A Telleira de Bertamiráns. Y lo hace con datos: acaba de formalizarse un escrito de queja “suscrito por más de 150 usuarios” en el que se enumeran deficiencias “como humedades, goteras, así como suciedad en paredes y suelos”. A su vez, el mandatario local negaba que se hubiera formalizado reclamación alguna, insistiendo en que él mismo era socio.

De esta forma, los populares comienzan subrayando que “la falta de supervisión municipal sobre la prestación de este servicio público raya la negligencia”. Explican que fue en septiembre cuando se hacían eco del descontento que les trasladaban las personas que emplean su gimnasio e instalaciones, asegurando que pese a aprobarse una subida del 5,7 % en las tarifas, “el servicio que se presta es cada vez más deficiente”. Asimismo, lamentan que el regidor García “confunda la velocidad con el tocino”, ya que llegó a argumentar que tales críticas respondían a una “batalla interna” por asumir el liderazgo de los populares.

Pero también quieren aclarar que se limitaron a poner de manifiesto, en su labor de fiscalización, “lo evidente: la masificación del centro deportivo municipal A Telleira y el nulo control que ejerce el gobierno local en su obligación de garantizar la calidad del servicio y el cumplimiento de las condiciones en las que se otorgó la gestión de las instalaciones”. Además, han querido dejar claro que en este escrito los motivos que se citan son “bastante más numerosos” de los que en principio detectaron los políticos.

ClaveS. Entre ellos, el Partido Popular pone sobre la mesa la insuficiencia de máquinas, lo que obliga a largas esperas para poder acceder a ellos; aparatos que llevan más de 15 años funcionando, “por lo que su deterioro es patente, como por ejemplo en el caso de las bicicletas estáticas imposibles de ajustar, pantallas averiadas o metal oxidado, entre otros”; falta de confort térmico, y un sistema de reservas de plaza mediante la aplicación del móvil “que no funciona porque nadie controla la lista y turnos de los usuarios, por lo que la gente va al centro deportivo y se tienen que volver a casa al no tener sitio”.

Reseñan, igualmente, que las duchas son insuficientes, “lo que provoca esperas interminables, con seis para decenas de usuarios”, masificación que, al hilo, impide “su correcta limpieza”, al tiempo que en el espacio reservado para ludoteca, “los usuarios manifiestan que no parece un servicio que deba prestar un centro de estas características”, y menos ante la insuficiencia de espacio. Acaban con críticas “a las campañas de captación de nuevos socios cuando se está padeciendo dicha masificación”, concluyen.