Prevén treinta nuevas casas do maior como la valdubresa

Suplirán la falta de centros de día en concellos del rural // Política Social eleva a ciento cincuenta las plazas para este servicio público
Atención a las personas mayores
M. Outeiro
El regidor, primero izquierda, con la conselleira, tercera, personal y mayores valdubreses en su casa do maior. Foto: XG

Fabiola García, conselleira de Política Social, visitó la a casa do maior de Val do Dubra, donde anunció que Galicia superará los 110 centros de este tipo antes de que finalice el año. Así, el Diario Oficial de Galicia publicaba este viernes una nueva convocatoria para crear treinta casas.

Cuando estén en funcionamiento, se unirán a las ochenta y tres nuevos inmuebles que ya están a disposición vecinal. García subrayaba que, de este modo, se pondrán a disposición de los concellos sin centro de día ciento cincuenta plazas gratuitas de atención próximas a sus viviendas. La nueva orden cuenta con un presupuesto de 2,9 millones de euros, lo que permitirá, además de la puesta en marcha de estas nuevas unidades, aumentar en 5.000 € la ayuda a las casas do maior que llevan más tiempo operativas en Galicia.

Al hilo, aquellos centros abiertos en el año 2019 incrementarán la ayuda anual para su funcionamiento hasta alcanzar los 24.200 euros al año, a lo que hay que sumar un pago para los gastos derivados del transporte de las personas mayores.

Y hay más: la nueva convocatoria contempla las novedades incluidas en la última orden, como ampliar el perfil del usuario (que ya no necesitan contar con un grado de dependencia reconocido).

ALTERNATIVA. Las casas do maior se presentan como proyectos alternativos cuando en el entorno donde se emplacen no existan recursos de atención para este colectivo o cuando no se desee el internamiento en instituciones, procurando mantener a estos vecinos en el medio social habitual y siempre con la finalidad de que las citadas experiencias puedan garantizar la futura puesta en marcha eficiente de servicios de atención en pequeños grupos, de manera flexible y con garantías de seguridad y también de calidad.

De esta manera se atiende, por una parte, al bienestar de cuidadores familiares, a fin de contribuir a disminuir la carga de los cuidados y favorecer que la permanencia de las personas en situación de dependencia en su entorno se realice en las mejores condiciones de equidad en el acceso a recursos de proximidad, con independencia del lugar donde residan.

Y, por otra parte, también sirve para fomentar la prevención de las situaciones de dependencia en personas mayores que aún disfrutan de autonomía, paliando, asimismo, las situaciones de aislamiento social que sufre gran parte de este colectivo.