Rhome, el sueño de un talento noiés

Los sueños no se cumplen, se trabajan, y sino que se lo digan a Pablo Romeu Domínguez (Noia, 1999). Siempre le gustó la música, desde pequeño: “Gustábame moito debuxar coa miña irmá inventándonos historias e escoitando música. Poderíase dicir que ese foi o inicio, pero nunca tiven posibilidade de ter formación musical, entón a medida que fun crecendo fun desenvolvendo cada vez máis interese”.

Se las fue ingeniando para hacer sus pinitos en el mundo de la música. Desde niño le gustó escribir, tanto relatos pequeños como poesía, y la primera vez que se embarcó en este ámbito “foi cando empecei a tocar a guitarra cun programa cativo, para intentar compoñer”, explica.

El salto a la universidad supuso un paso decisivo en su carrera. “Santiago é un centro cultural bastante diverso e a miña vida cambiou moito. Estudando Comunicación Audiovisual pola USC xa empecei a decantarme de forma máis seria pola música, e comecei a meterme en temas de produción dixital”, comenta el protagonista de estas líneas, quien indica que descargó programas semiprofesionales y empezó a aprender por su cuenta. Y poco a poco, con sus ahorros y la ayuda de su familia, compró material básico y se atrevió a componer. “Sobre todo empecei a producir a base das cancións para outros artistas”, apunta.

Aunque no fue hasta la cuarentena cuando Pablo Romeu, con el fin de abstraerse, se lanzó a componer. Así, bajo el nombre artístico de Rhome, el joven dio vida a sus primeros temas, en los que predominan los géneros urbanos. Ya ha publicado una docena de canciones y ha logrado poner el foco sobre su persona con Ambiente, fruto de una colaboración con el dúo Verto Temazos.

Pero lejos de conformarse, Pablo Romeu Domínguez continúa dando pasos de gigante. Ahora el artista noiés es uno de los seleccionados para el laboratorio de creación musical en Galicia de la SGAE, una iniciativa que tiene como objetivo generar un intercambio creativo entre todos los autores y músicos participantes.

“Entereime disto con dous días de prazo, pero estaba en xogo unha oportunidade moi grande. Se te presentabas e saías seleccionado dábaseche unha beca para facer os teus proxectos, pero tamén unha semana de traballo intensivo nun proxecto que tiveras agora mesmo a medias, coa titoría de Iván Ferreiro en Santiago de Compostela”, señala el músico, quien comenta que se presentó “con moita ilusión pero non tantas esperanzas”.

Sin embargo, después de hacer un dossier focalizando todas esas ganas y plasmando su idea, durmiendo muy poco y consiguiendo presentar a tiempo el proyecto que tenía entre manos, salió seleccionado.

“Véxoo como un paso adiante porque estou seguro de que vou aprender moito. Pase o que pase co proxecto, teño moitas ambicións e creo nel. Penso que pode chegar lonxe e marcar un referente no panorama musical galego. Para conseguir chegar aí teño moitos pasos que dar e que aprender, pero con esta beca lograrei cousas que preciso para poder acadar iso”, afirmó el noiés. Una trayectoria que continúa al alza, y un futuro más que prometedor.