Un transporte eficiente y más vivienda adaptada, retos para la Agenda 2030

La capital maiana acomete la fase de diagnosis de su plan estratégico // También priorizará la conexión entre urbes y rural // El factor ambiental guía los estudios
Sostenibilidad
O.D. Vilar
Un autocar del Transporte Metropolitano, que se busca redefinir y optimizar, durante su parada en Bertamiráns. Foto: CA

Ames avanza en su ordenación mediante la elaboración de una agenda urbana y rural necesaria para dar respuesta a los compromisos de las entidades locales con los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030, y más concretamente, con el ODS 11-Ciudades y comunidades sostenibles. Por ello, se articula un Plan Estratéxico de Acción Local, PEAL, que responda a sus principales desafíos vitales –como las necesidades de vivienda, transporte o cambio climático–, y permita canalizar fondos europeos.

La elaboración de la agenda urbana consta de cuatro fases: diagnosis, definición del marco estratégico, elaboración del citado PEAL y seguimiento y evaluación, incluyendo en ellas la identificación de actores, la participación y colaboración de estos mismos y la definición y aplicación de un modelo de gobernanza para el conjunto de la estrategia.

En este momento, el Ayuntamiento de Ames se encuentra en la fase de diagnosis y evaluación, elaborando un primer documento estratégico (que permita iniciar un proceso de participación de la agenda urbana maiana informado) y un debate en torno a las problemáticas y retos del Concello basado en datos.

RUTA. El concejal de Educación e Axenda Urbana, David Santomil, acudió a la comparecencia junto a Adolfo Neira, socio consultor de la empresa EOSA (encargada de elaborar el estudio). Y el munícipe quiso dejar claro que “a axenda urbana é a folla de ruta que marcará a estratexia e as acción a levar a cabo ata 2030, para facer das vilas e cidades ámbitos de convivencia amables, acolledores, saudables e concienciados. Constitúe un verdadeiro menú á carta para que todos os actores, públicos e privados, que interveñen nas cidades e que buscan un desenvolvemento equitativo, xusto, sustentable desde os seus distintos campos de actuación, poidan elaborar os seus propios Plans de Acción. Trátase dun documento estratéxico que persegue acadar a sustentabilidade nas políticas de desenvolvemento urbano”, subrayaba.

La fase de diagnosis está dividida en 10 apartados que su vez tienen varios desafíos. En el epígrafe de territorio, paisaje y biodiversidad hay 3 retos que son la necesidad de adoptar un modelo territorial asumido por el conjunto de administraciones que intervienen en el área urbana; la revitalización del espacio rural que implique su reactivación productiva, dinamización social y puesta en valor del patrimonio cultural y natural; y la necesidad de favorecer la conectividad ambiental para el área urbana, mediante una regeneración del medio ambiente que tenga al río Sar como eje estructurador.

En el segundo apartado se hace referencia al modelo urbano y existen cinco apuestas: necesidad de establecer una malla territorial, que integre en red los núcleos urbanos, los crecimientos suburbanos, los núcleos rurales y los principales equipamientos y servicios; necesidad de revisar las dotaciones existentes y previstas y su distribución territorial con criterios de ciudad de cercanía; posibilidad de resolver los perímetros urbanos inacabados o inconexos con el río Sar como nexo de unión; posibilidad de establecer redes de itinerarios peatonales, que configuren también recorridos comerciales, que conecten Milladoiro y Bertamiráns, y Brión y Santiago en clave supramunicipal; y necesidad de impedir el incremento de la dispersión poblacional, aumentando la densidad y compacidad de los núcleos periféricos.

Útiles. Y entre las previsiones tangibles para los amesanos destacan, aparte de la vital lucha contra el cambio climático, la reordenación del transporte y la vivienda.

Comenzando por el transporte y movilidad, se abordan tres metas que se refieren a la necesidad de reforzar vehículos públicos y de intensificar las relaciones con Santiago para restar viajes a los modos en automóvil privado a favor del autocar (redefiniendo el transporte metropolitano); necesidad de incrementar el peso de las formas de movilidad no motorizadas (en especial a través de carril bici) sobre el total, y del transporte público en los desplazamientos motorizados, para conseguir una reducción efectiva de emisiones y consumos derivados del uso de combustibles fósiles, pero también para mejorar la seguridad vial, así como la necesidad de recuperar espacio público para su uso estancial y de generar recorridos peatonales continuos que permitan el uso peatonal del espacio urbano y contribuyan a la mejora de la movilidad, salud y sociabilidad de los vecinos.

RETOS. A su vez, el apartado de habitabilidad recoge tres desafíos: la adaptación del conjunto de vivienda a las demandas de eficiencia energética, buscando la sostenibilidad en el parque edificado; la posibilidad de creación de un conjunto residencial adaptado a la población más joven, conformando una oferta atractiva en consonancia; y la facultad para desarrollar el suelo municipal disponible de cara a darle alas a la oferta pública de pisos.

Otras secciones destacables son las que se refieren a la era digital, donde se abordan otros tres retos: la necesidad de recopilación de datos procedentes de distintos ámbitos y creación de indicadores propios, que estén disponibles de manera abierta, implicando al tejido local de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la solución; conectar la planificación de los procesos de digitalización con el resto de instrumentos para identificar necesidades concretas y ámbitos –donde las nuevas soluciones digitales puedan aportar un valor añadido real al municipio–, así como la necesidad de una progresiva eliminación de las zonas en blanco del rural, y de mejorar la calidad de los servicios prestados a través de la implantación de las citadas TIC.