¿Cuál será el futuro de la mascarilla?

Diversas empresas gallegas se sumaron en tiempos de crisis a la lucha contra el covid, readaptando su negocio // Darias prevé que el tapabocas nos acompañará en interiores hasta la primavera de 2022
COVID
ángela precedoSantiago
radex. Lotes de tapabocas de tipo FFP2. Foto: Sabela Freire

La lucha actual contra el coronavirus solo puede ganarse a base de vacunar, vacunar y vacunar a la población, pero hubo un tiempo, no muy lejano, en el que las vacunas todavía se veían como una utopía que tardaría mucho en llegar y en el que la única opción para combatir el covid era protegerse uno mismo para proteger también a los demás. ¿Y qué pasaba en aquel momento?

Que contasen lo que contasen los que se hacían llamar ‘expertos sanitarios’ –los que decían que las mascarillas no se debían utilizar, que no servían y que incluso eran perjudiciales fuera del ámbito sanitario– la población, temerosa, empezaba a reclamar tapabocas en todas las farmacias y sitios donde estaban a la venta ya antes de la pandemia. De ese modo, la demanda se disparó y muchas empresas (algunas gallegas) decidieron entrar en el sector de la producción para tratar de cubrir tanta necesidad.

En Galicia, muchas de ellas siguen operando a día de hoy y hemos visitado algunas que han abierto sus puertas a EL CORREO GALLEGO para explicarnos qué hacen en sus naves, cómo las fabrican y cómo las distribuyen. Aunque tras la eliminación de la mascarilla en exteriores podría suponerse que el volumen de producción ha bajado, lo cierto es que nos confirman que no, porque la gente las sigue necesitando en sitios con gran cantidad de población y en interiores.

MEJOR MANTENERLAS DURANTE LA ÉPOCA DE LOS VIRUS RESPIRATORIOS. En este sentido, precisamente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se pronunciaba en una entrevista concedida este mismo viernes en la Cadena Ser, en la que aseguraba que la mascarilla seguirá siendo obligatoria en interiores y aglomeraciones al aire libre, al menos, hasta la primavera de 2022.

Todo ello para tratar de calmar los ánimos, ante las campanas al vuelo que se están lanzando por parte de la ciudadanía al ver que en los últimos días la práctica totalidad de las restricciones se están eliminando. “La pandemia no ha terminado”, insistió Darias. La ministra justificó este plazo de la primavera de 2022 señalando que “hay cuatro millones de personas mayores de doce años que no se han vacunado aún, y hay que tener en cuenta a todos los menores de once años que aún no tienen una vacuna aprobada por la Agencia Europea del Medicamento”.

Además, incidió en que ahora es más necesaria si cabe la mascarilla, ante la llegada del periodo de virus respiratorios, como la gripe, que todavía no se sabe cómo se comportará este año, después de que el pasado, gracias precisamente al uso de los tapabocas, apenas apareció. Por ello, Darias apostó por ir “paso a paso”, mantener la “cautela” y “no bajar la guardia” por el momento.

En la misma línea, también hay expertos que creen que los tapabocas, en ciertos contextos, como el sanitario, han llegado para quedarse, para acompañarnos definitivamente y para aportarnos una mayor seguridad. Y, ahí, estarán estas empresas gallegas, cuyas ventas siguen siendo elevadas y cuyo nivel de producción sigue siendo alto.