Ácido hialurónico en medicina deportiva

Firmas
Adrián Gallego Goyanes

Hace unas semanas hablamos sobre el uso de la terapia biológica mediante el uso de células madre y la utilización de factores de crecimiento plaquetarios. Hoy es el turno del famoso ácido hialurónico. Mucho más conocido por su uso en medicina estética, con su función básica de mantener una buena hidratación de la piel, incluso en sus capas más profundas, de modo que se mantiene el grosor, el volumen y la tersura de la misma. Puede servir para evitar o retrasar la aparición de arrugas o también tratarlas cuando éstas están su fase más incipiente de aparición.

Pero cada vez más lo estamos usando en medicina deportiva y traumatología para disminuir el dolor articular y mejorar la funcionalidad de la articulación artrósica o en lesiones de cartílago en deportistas.

La aplicación es intraarticular y así utilizamos las propiedades de estas sustancias viscoelásticas para mejorar la calidad del líquido sinovial nativo o sustituirlo por otro de mejor calidad. Produciendo un efecto antiinflamatorio y analgésico y un efecto anabólico y condroprotector. No tiene efectos secundarios porque no se llega a absorber.

Lo indicamos en pacientes con articulaciones que presentan cambios degenerativos, artrosis o afectación del cartílago, siendo su uso más extendido en la rodilla aunque se va acrecentando la utilización en cadera o tobillo. Y cada vez más en deportistas de alto nivel con condropatías rotuliana u otras localizaciones, mejorando su funcionamiento en corto periodo de tiempo.

Siempre hay que destacar que este tipo de infiltraciones actúan más lentamente que las de corticoides, pero su efecto suele ser más duradero, y puede alcanzar entre 6 meses y 1 año. Algunos estudios científicos sugieren que podrían ralentizar la evolución de la osteoartrosis aunque se están ampliando estos conocimientos en la actualidad sin evidencias a día de hoy. Y si su duración es mayor de estos meses se puede repetir sin miedo alguno.

Importante resaltar que el uso oral a día de hoy no es efectivo. Lo declaró en 2009 el panel de productos dietéticos, nutrición y alergias de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, en respuesta a una pregunta de la Comisión Europea, que había pedido una opinión científica sobre la eficacia para el mantenimiento de las articulaciones, por lo que el uso correcto del ácido hialurónico tanto en medicina deportiva como traumatología debería ser siempre inyectado.