Altibajos en el rendimiento de los jugadores

Firmas
Chus Baleato

LA CRISIS y la mala gestión han convertido a nuestra liga en una mediocridad. Las figuras se van al extranjero, aquí sólo nos queda Messi y parece que por poco tiempo. Los aficionados se preguntan por qué sus equipos unos días funcionan y otros no.

Tras los enfrentamientos entre los 4 primeros clasificados y con el VAR como protagonista, todo queda igual. Algo que jamás se pensó que podría suceder, sucedió: penalti en las dos áreas en la misma jugada. Lo vimos el domingo en Valdebebas. Caminamos hacia un título con mediocridad y el de menos puntuación de los últimos años.

Mientras todo esto sucede, siguen las sanciones, por lo menos verbales, de Ceferin. Todos son un mucho culpables, que no voy a señalar, pero sí que se manifiesta falta de diplomacia, de mano tendida, con inteligencia para no dividir y mostrar gobernabilidad ante la torpeza de los rebeldes. La idea de la Superliga está ahí, la pasta es la protagonista y si hay posibilidad de buscar un consenso y crecer todos... deben, están obligados, a intentarlo, sin presiones ni amenazas y, si es necesario, con mediador.

Los altibajos, tan marcados, en el rendimiento de los jugadores se achacan a la motivación, al agotamiento, al calendario saturado, entre otras causas que podría mencionar. Digo que el jugador tiene poca receptividad, está abstraído en otros asuntos, liado en las redes sociales con cuelgas y descuelgas, no atiende y el mensaje no cala. Ahora no abren los ojos cuando habla el entrenador. Estamos todos confundidos con tantos mensajes, tanta noticia, tanto rumor, tanto bulo, y se descentran de lo verdaderamente importante. El hambre y la pasión, que se les supone a los deportistas, están lejos de manifestarse con consistencia y continuidad. La paja tapa al trigo. Así, muchos entrenadores andan siempre con cara de enfadados.

Hay una corriente, que está tomando cuerpo y calando, sobre el cansancio, el agotamiento, el acomodamiento, la ambición, el hambre, la pasión y el amor por el juego, que al final desemboca y se involucra en la motivación, la saturación de partidos y otra vez el cansancio y al calendario.

En los equipos no valoramos los medios que favorecen y aumentan la velocidad de recuperación. Dudo que no los usen, por ello pienso que la alternancia en el rendimiento se deberá, también, a otros factores como son el entrenamiento y la preparación física. Podemos mirar cuáles son los equipos que están en las finales europeas: valoren el nivel de condición física que están demostrando y por qué consiguen ganar, por la calidad o por el poder.

Esto apoya mi teoría de que el jugador primero debe estar bien preparado físicamente, así, podrá cumplir con las exigencias del juego y con los requerimientos tácticos. Cierto que las restricciones afectan al entrenamiento, pero veo exagerado achacarlo siempre al agotamiento como si los equipos no entrenaran ni descansaran, y con planteles de 25 componentes. Todo el mundo quiere ser víctima de algo.

No se está disfrutando, la exigencia de las ligas no te da alegrías ni tiempo para degustar el juego de tu equipo, eso también va en el cargo. En todo esto, el líder tiene mucho que decir y liderar.