El Atlético Baleares despide al Celta de la Copa del Rey

Los de Coudet caen de nuevo en las islas como ocurrió hace un año // El doblete de Manel Martínez anuló el tanto de Brais
Copa del Rey de fútbol
A. Esteban
BALÓN DIVIDIDO Cervi, izquierda, y Ferrone pelean por la posesión ante la presencia de futbolistas de ambos equipos en el duelo disputado en el Estadio Balear. Foto: Cati Cladera

El Atlético Baleares, de Primera RFEF, se clasificó por primera vez en su historia para los octavos de final de la Copa del Rey al derrotar 2-1 al Celta de Vigo, segundo equipo de Primera División que cae en Palma tras el Getafe, que acabó vapuleado por 5-0 en diciembre.

Los blanquiazules, convertidos en el matagigantes de la Copa, siguen soñando al imponerse con un doblete del delantero catalán Manel Martínez, convertido en el héroe de la noche.

Los célticos, que marcaron por intermedio de Brais Méndez, mantienen su racha adversa en las Islas Baleares ya que la pasada temporada, también un 5 de enero y vísperas de Reyes, cayeron (5-2) en la Copa ante el Ibiza.

El equipo vigués, avisado del 5-0 que había encajado el Getafe en este mismo terreno de juego, intentó tomar precauciones para no verse sorprendido desde el principio y dar alas a un rival que se siente muy cómodo en casa con el apoyo de sus aficionados.

Pero un grave error defensivo le condenó a jugar desde el minuto 16 con el marcador en contra. El gol del Baleares fue obra de Martínez, quien llegó por sorpresa y libre de marcajes para conectar un frentazo imparable para el meta Matías Dituro.

Con Aspas en el banquillo, el Celta no creó gran peligro y nunca atinó con el último pase en los primeros 45 minutos ante un rival que cerraba los espacios a la perfección.

El técnico del conjunto vigués, Eduardo Chacho Caudet decidió dar entrada a Santi Mina, Brais Méndez, Fran Beltrán y Javi Galán en el inicio de la segunda parte.

La iniciativa fue de los visitantes en el primer tramo de la reanudación y Brais Méndez empató justo cuando calentaba Iago Aspas, que entró poco después.

Con toda la artillería pesada, el Celta buscó el golpe definitivo ante un rival que cada vez cedía más terreno, pero que aprovechó otro error defensivo para marcar el 2-1, otra vez, tras un espléndido cabezazo de Manel Martínez.

El equipo de Coudet se lanzó a una ofensiva total, encerró a los blanquiazules en su área y agotó todos sus recursos para forzar la prórroga, pero tuvo que claudicar.