El Deportivo ya manda en Primera RFEF tras su ‘manita’ al Celta B

Plácido estreno del proyecto de Borja Jiménez en Riazor
Fútbol
Manuel García Solano
Beitia y Juergen Elitim, en el encuentro de Riazor. Foto: C. C.

Estrenarse en la Primera RFEF con la visita del Celta B era una manzana envenenada para el Deportivo después del precedente de la temporada pasada. Sin embargo, el estreno del proyecto de Borja Jiménez se saldó con una plácida victoria del equipo blanquiazul y una simbiosis con su afición que debe ser clave para el anhelado retorno al fútbol tutelado por LaLiga. Miku y Quiles encarrilaron pronto el triunfo deportivista y Menudo y Doncel ampliaron la renta local en la recta final del encuentro, en el que debutaron oficialmente dos jugadores, aún en edad juvenil, que fueron campeones de España el pasado mes de junio: Trilli, titular, y Noel, que tuvo un estreno glorioso aportando el gol, ya en el tiempo añadido, que completó la manita al filial vigués (5-0).

La tempranera ocasión de Quiles, cuyo intento de superar por arriba a Campos acabó en córner, inyectó adrenalina en un ambiente que ya era espectacular en los aledaños de Riazor antes de empezar el encuentro pese a las limitaciones de aforo para acceder al estadio.

La conexión con la grada alcanzó el clímax cuando Juergen filtró un pase al espacio y Miku, tras sortear a Campos en su salida a destiempo, marcó a puerta vacía. Quiles, nuevamente con asistencia de Juergen, marcó el 2-0 y la alegría se desbordó.

Mackay, que saldó con una gran actuación su reestreno en Riazor, desbarató una falta peligrosa de Holsgrove en la mejor ocasión visitante del primer acto.

Animó Quiles el inicio de la segunda mitad con una ocasión, tras servicio de Miku de tacón, en la que volvió a buscar la escuadra, sin éxito.

Onésimo intentó reactivar a su equipo con un triple cambio. No obstante, dio siempre la sensación de estar más cerca el 3-0, que rondó Miku con un cabezazo al travesaño, que el tanto del filial celtiña. Menudo, con un golazo por la escuadra, Doncel, en el primer balón que tocó, y Noel, a puerta vacía en el tiempo añadido, redondearon una victoria solvente que hace soñar al deportivismo.