Empate y gracias al VAR del Atlético en casa ante un aguerrido Oporto

Muchos pitos de la afición colchonera a Griezmann, suplente en su regreso al Wanda
Liga de Campeones
Iñaki Dufour
Griezmann, a la izquierda, participa en la presión atlética a Luis Díaz. Foto: Juanjo Martín

Madrid. Apagado por el Oporto, el Atlético de Madrid reinició su persecución de la Liga de Campeones con un empate escaso, frustrado y reducido siempre por la granítica estructura, la presión y el plan efectivo del conjunto portugués y al filo de la derrota en dos momentos, salvado por el poste y por el VAR.

El palo repelió lo que nadie más hubiera podido frenar en el comienzo de la segunda parte, con un centro-chut de Otavio, y la revisión del vídeo, ya en el 80, evidenció algo a lo que, a simple vista, no había atendido prácticamente nadie -sólo Giménez- cuando Taremi culminó con la mano el regalo de Lodi. Gol invalidado.

En toda la noche, el Atlético nunca fue el equipo que pretende, el que desprende su colección de nombres o su condición de actual campeón de la Liga. Ni en ataque ni en defensa. No jugó el partido que quería, peor que su adversario casi siempre, aturullado por el mérito del Oporto y advertido seriamente de la complejidad que le espera para avanzar a octavos. También compiten Liverpool y Milan.

Simeone eligió a Joao Félix ante el Oporto. Ni a Griezmann ni a Correa. Una demostración de confianza en el atacante portugués. Un proyecto aún de figura al que se le presuponen muchas cosas. Tiene talento, fútbol, desborde... Pero a ratitos.

Hay un atenuante. No era nada sencillo con un adversario como el Oporto, con futbolistas mucho menos sonoros que otros tiempos, pero con una estructura de equipo potente. En la presión se mueve con una soltura agobiante, a una intensidad altísima, agresivo y aguerrido. el Atlético cayó en su trampa una y otra vez. Presionado como fue, en todo el primer tiempo no rebasó la tensión competitiva del conjunto portugués.

A Griezmann -abroncado cuando entró en lugar de Joao Félix-, a Correa y a Lodi, a los tres de una tacada, recurrió Simeone. Y al público, a la grada, para revertir una situación cuanto menos preocupante. Ni sentía el duelo bajo su control ni, aún peor, divisaba el área contraria. Creció el Atlético con Griezmann, que sólo recibió el abucheo de la afición cuando entró. Pero no le dio para ganar.

LA JORNADA. El PSG, con Messi, Mbappé (se lesionó en un tobillo) y Neymar, no pudo pasar del empate en el campo del Brujas belga (1-1). El Manchester City logró la goleada de la jornada, 6-3 ante un Leipzig en el que vio la roja (dos amarillas) Angeliño. El Liverpool superó al Milan (3-2). El Ajax, con cuatro de Halle, goléo en Lisboa al Sporting (1-5). i. dufour