España vence a una gris Hungría

Los Hispanos pasan a cuartos del Mundial como primeros de grupo al ganar a un rival que reservó a algunos de sus titulares // Mañana, Noruega
Balonmano
Javier Villanueva
Alex Dujshebaev contra el húngaro Topic. Foto: Poujoulat

La selección española de balonmano cerró la segunda fase del Mundial de Egipto como primera de grupo y se medirá mañana miércoles en los cuartos de final con Noruega, tras imponerse por 36-28 a Hungría en un choque más plácido de lo esperado por la inesperada alineación del conjunto magiar. Y es que Hungría pareció renunciar de partida a pelear por el liderato del grupo, tras dejar en la grada al portero Roland Mikler, el central Mate Lekai y el pivote Bence Banhidi, los tres jugadores que conforman su columna vertebral. Todo lo contrario que España, que, tras otorgarles descanso ante la débil Uruguay, recuperó para la cita al central Raúl Entrerríos y al portero Gonzalo Pérez de Vargas.

Una circunstancia que no desaprovechó el conjunto español para adquirir rápidamente una cómoda ventaja de cinco goles (7-2) en apenas ocho minutos. Esa renta desapareció con la misma velocidad que llegó, ante los problemas de conjunto español para manejarse en inferioridad, tras las dos exclusiones prácticamente consecutivas de Cañellas y Jorge Maqueda.

Hasta tres goles a portería vacía encajó el conjunto español en inferioridad numérica.

Sin embargo, en el momento en el que España recuperó la igualdad numérica, volvió a distanciarse en el marcador (11-8) tras endosar a los magiares un parcial de 4-1 en apenas un par de minutos. A partir de ahí no tardaron en llegar más goles que permitieron a los Hispanos dar un nuevo acelerón hasta descanso (21-14).

Sin embargo, el inicio de la segunda mitad auguró más dificultades para España. Los Hispanos comenzaron dormidos en ataque y Hungría amagó con volver a meterse en el encuentro (21-16), aunque fue un espejismo, por culpa principalmente de Pérez de Vargas. El portero toledano ya había estado notable en los primeros 45 minutos, pero elevó su nivel hasta la matrícula de honor en los segundos y acabar con 17 paradas de 40 lanzamientos. Su equipo le acompañó con un parcial de 7-0 (28-16) y Hungría ya se rindió. El marcador se fue por encima de la decena de goles y la campeona de Europa bajó el pistón.