Nueva rutina: Alba y Gayá deben estar a diez metros

Los protocolos sanitarios condicionan el trabajo en Las Rozas, con entrenamientos por turnos y separación entre jugadores
Selección española
Iñaki Dufour

“Jordi Alba y José Gayá se tienen que ver a diez metros”, cuenta Luis Enrique Martínez de la nueva rutina de España, con dos alineaciones para los entrenamientos individualizados, pero también para la convivencia dentro de los protocolos derivados del positivo por COVID de Sergio Busquets y el posterior de Diego Llorente.

Es una nueva forma de vivir en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, por las medidas sanitarias, mientras persisten los entrenamientos por turnos, con distancia e individualizados, con hasta cuatro sesiones cada día; toma importancia el aspecto mental frente a la incertidumbre; y se adelantan las pruebas PCR a las 08.00 horas para aligerar la espera y conocer el resultado antes de los entrenamientos vespertinos. Y, si es posible, antes de comer.

“Hacemos dos alineaciones. Ya no sólo en el campo. Ya no juntamos a los dos laterales izquierdos en la convivencia. Jordi Alba y Gayá se tienen que ver a diez metros. Lo mismo los laterales derechos, los centrales, los porteros...”, desveló el técnico.

“Intentamos controlar lo que podemos controlar. Hacemos dos grupos de diez, dos onces diferentes, no coincidiendo los dos delanteros ni los dos extremos derechos y así sucesivamente”, añadió el seleccionador, cuyos futbolistas también desayunan, comen y cenan en mesas individuales y al aire libre.

Los entrenamientos son escalonados y por turnos. “Lo que generan entrenando los jugadores es un espectáculo. Los hacen buenos los jugadores. Hay actitud, compromiso, están centrados en mejorar, son muy receptivos y se respira un ambiente como pocas veces he podido ver. No es garantía de nada, pero es un feedback muy interesante y positivo”, dice el técnico.

SESIONES. La agenda comprende cuatro sesiones diarias. La primera, a las once, con los 17 futbolistas de la burbuja paralela; el plan de contingencia preventivo creado por el seleccionador y la RFEF en el caso de cualquier eventual circunstancia que pueda afectar a los 24 convocados originales, por la COVID-19 o por lesión.

A esa sesión matutina le siguen tres vespertinas por turnos con los 22 futbolistas convocados para la Eurocopa. Este miércoles, “por primera vez” tras los positivos, pudo formar Luis Enrique “dos grupos de 10 jugadores haciendo algo táctico”. La charla también es en el exterior. Y no hay espacio aún para las sesiones de vídeo.

“Trabajamos en pizarra saques de banda ofensivos, córner defensivos... Les vamos dando información. Las condiciones ideales no son éstas, pero no van a servir de excusa. Llevamos meses trabajando con el grupo y los jugadores van a llegar en buenas condiciones”, proclama Luis Enrique. Busquets y Llorente se entrenan en sus casas.

CALOR. “Entrenamos a la hora que más calor hace para adaptarnos al calor de Sevilla”, dice el técnico, cuya selección disputará sus tres encuentros del grupo E de la primera fase en La Cartuja: el día 14 de junio a las 21.00 horas ante Suecia, el 19 a las 21.00 contra Polonia y el 23 a las 18.00 contra Eslovaquia.

Y no han entrenado los penaltis, algo que antes de la restricción era labor diaria. “Nosotros dependemos de los médicos. Habría que esperar creo que uno o dos días más, que sean negativos todos los test de nuevo y entonces poder empezar a entrenar en equipo”, dice Luis Enrique.

CONFIANZA. “En las condiciones óptimas vamos a llegar”, añade. Se refuerza el aspecto mental, y ahí gana peso Joaquín Valdés, el psicólogo de la selección. “Miedo no hay en ningún caso. La incertidumbre genera una situación que no es agradable, por lo injusto que es para alguien que lleva una temporada haciendo méritos para jugar un Europeo. Se comparte la incertidumbre. Intentamos aportar cosas que les hagan sentirse seguros y aportar confianza”, explicó Luis Enrique. El lunes, debut.