{ LA PIZARRA }

Gestión de las situaciones

Firmas
Pablo Carreira
El técnico de Monbus Obradoiro Moncho Fernández charlando con Jaume Ponsarnau, del Valencia, en el partido disputado en Sar. Foto: Antonio Hernández

MONBUS OBRADOIRO llega pletórico de moral tras una épica remontada donde la defensa sostuvo al equipo en los momentos clave y no perdió la fe en un partido ya de por sí complicado. Han dado un paso de gigante de cara a la salvación, arrastrando otra mala noticia como es la lesión de Kassius Robertson en los segundos finales del encuentro.

Una vez más el cuerpo técnico deberá triplicar esfuerzos en gestionar una nueva adversidad, y por si fuera poco, con doble jornada en tres días empezando por Valencia Basket. El conjunto liderado por Jaume Ponsarnau está totalmente centrado en la Liga tras quedarse sin clasificación europea a los cuartos de final. Ese estrés que padecían se vio reflejado en la competición doméstica con cuatro derrotas consecutivas, donde han perdido varios averages directos y que hacen peligrar la lucha por esa cuarta plaza en los play-offs.

El bloque taronja se acentúa en la brillantez ofensiva. Sin duda alguna es su mejor arma con altos porcentajes en tiros de dos y de tres, sumado a las 20 asistencias por partido que les sitúa entre los mejores equipos a nivel estadístico.

Datos que respaldan un estilo de juego frenético con transiciones permanentes buscando el tiro exterior o llegadas sobre uno contra uno. Los sistemas en estático convergen a raíz de iniciar con los cinco jugadores en el perímetro; a partir de esa disposición táctica le sacan el mayor rendimiento posible a sus pívots, todos ellos excelentes tiradores que se compenetran muy bien a la hora de generar desajustes en la zona ante cambios defensivos, quedándose con un jugador más pequeño o menos físico y logrando canastas fáciles cerca del aro.

Ante estas plantillas que tienen de todo y mucho, no puedes centrarte en individualidades. Su conjunto interior con Labeyrie, Tobey, Williams y Dubljevic generará patrones similares en el bloque defensivo gallego para contrarrestar el rebote y los espacios al abrir tanto el campo, sacando a nuestros interiores a defender al perímetro.

La mayor fortaleza que posee el equipo compostelano es su mentalidad, como bien ha demostrado las últimas jornadas.

El rival no les dejará sin argumentos si el foco parte de la defensa. Mantener el nivel alto y de manera regular será una tarea difícil, pero no hay otra clave más determinante que esa a la hora de competir por sostener un parcial a favor o tener que remontar los últimos minutos.