Kassius Robertson: “Aprendo diez o quince jugadas cada día”

En el bonito edificio Witland, sede de Balidea Consulting, que desde 2017 pone a disposición del Monbus Obradoiro tecnología de entrenamientos (ADESTRapp) y patrocina equipos de la base, se pone de largo el llamado a ser francotirador del Obra este curso: el canadiense Kassius Robertson. “Mide 1.91 metros, tiene 26 años. Viene del Fortitudo Bolonia italiano, con el que el año pasado en la Lega anotó 14 puntos por partido”, explica José Luis Mateo, director general de su nuevo club. Tras pasar por Alemania y por Italia, le llega un reto mayor: la ACB.

Mateo lo ve “rápido de piernas, con capacidad de anotar de dos, de tres, en situaciones de pick and roll o en salidas bloqueadas”. Kassius luce entusiasmo, ganas de aprender, de integrarse rápido a un equipo que ha comenzado a querer: el Obra. “Estoy aprendiendo cada día diez o quince jugadas”, resalta.

Al chico eso no le da miedo. Se describe como “algo más que un tirador”, explica que es un buen defensor “del tirador del otro equipo” y que ha mejorado y quiere ser mejor pasador; y ser, sobre todo “jugador de equipo y buen compañero, que todos quieran jugar conmigo”. Confiesa que ahora debe “aprender más rápido de lo normal”, que hay “mucha información, cantidad de jugadas y de opciones para terminarlas: tienes que estar concentrado”. Pero promete aprender rápido: “A la liga llegaré bien, cuatro o cinco sesiones serán suficientes”.

Quiere ir “paso a paso”. De la plantilla alaba tanto el recibimiento “muy amables, también el cuerpo técnico” como el nivel de juego que ha encontrado, y quiere jugar ya “para comprobar en la cancha que todo lo que he oído y he visto de la ACB es cierto”. Más allá de las “jugadas básicas” que le mandaban por video Gonzalo y Víctor.

Sabe que llega “a una extraordinaria liga, la mejor de Europa” y quiere “estar preparado para dar el nivel; la diferencia principal respecto a Alemania o Italia es la forma en la que jugamos”, dice.

Está “encantado por poder aprender todo. Es un gran reto para mí, estoy emocionado por poder empezar a jugar. “Moncho”, que le gusta como entrenador por “cómo motiva, y porque se puede hablar con él para mejorar” y el cuerpo técnico “harán de mí un mejor jugador”. Ahora “toca entrenar duro”.