La Copa Galicia se va para Lugo
El Monbus Obradoiro perdió la XXXV Copa Galicia en un partido que comenzó dominando y que después cedió en cada uno de los tres últimos cuartos frente al Río Breogán, que se mantiene en lo alto del palmarés del torneo después de sumar su 13.º título. El equipo compostelano, que jugó su primer envite de pretemporada sin Hobbs -quejado de un problema en el tobillo- ni Ellenson -en Estados Unidos para tramitar su visado- tuvo en el pívot Laurynas Birutis al MVP de la final jugada en A Malata.
El conjunto obradoirista entró mejor al duelo. Su tensión defensiva, la mejor ocupación del espacio en las zonas y la superioridad en el rebote le permitió sacar ventaja durante casi todo el primer cuarto, alcanzando la máxima renta con un 12-3, a 5’25” del final del primer cuarto. Paco Olmos pidió tiempo muerto y el juego cambió. La entrada de Bell-Haynes, los desaciertos en el tiro de la escuadra obradoirista y un triple de Kalinosky comenzaron a igualar los guarismos. Al Monbus le constaba encontrar el pase bajo canasta, la lucha por el rebote se equilibró y el marcador se estrechó hasta un 18-16 con una contra de Kacinas. Un mate de Filipovity dejó el cuarto en 20-16.
En el segundo cuarto fue Mahalbasic, dejando una bandeja ante Birutis, quien dio la primera ventaja al Río Breogán (22-23). La final entró en una fase de alternativas hasta que una canasta, con tiro adicional de Robertson, puso al cuadro compostelano dos puntos arriba. Sobre un ritmo bajo de anotación, Moncho Fernández pidió su primer tiempo muerto al ver como dos mates, el segundo de Musa tras pérdida obradoirista, ponía el empate a 31 a dos minutos del descanso. El final del cuarto fue para que Okouo matase el 35-34 y midiese mal la entrada de Bell-Haynes, que anotó solo un tiro con el que se llegó al descanso.
El segundo tiempo comenzó con una asistencia de Zurbriggen a Birutis, un robo del base, tras el que añadió una antideportiva, y otra asistencia para Beliauskas (41-35). El base argentino se marchó poco después con unas molestias y, en la secuencia, surgieron Lukovic, Musa y la potencia sin control de Okouo, con la que el Obradoiro vio un 45-47 en contra. Olmos alternó la defensa individual con la zona y, con los dos Quintela en pista, condicionaron más el juego. El Obradoiro estaba por debajo en el marcador, en rebotes (23-25) y sumaba 13 pérdidas.
Moncho Fernández tuvo que pedir tiempo muerto al minuto de iniciarse el cuarto definitivo, cuando una canasta de Mahalbasic ponía al Breo con nueve puntos de ventaja. El colmo fueron las pérdidas de Zurbriggen y Robertson (53-65). El técnico santiagués llamó de nuevo a capítulo a los suyos (59-71) y el Obra comenzó a recortar distancias con triples de Oliver y Robertson, pero el mundo se había vuelto del revés y entonces fue el Río Breogán quien mandó bajo los aros. El partido cobró emoción a 90 segundos del último bocinazo (72-76), pero una falta de Birutis sobre una canasta imposible de Bell-Haynes acabó con el intento de remontada.