Mollema se regala un bis, Pogacar pasa otra página vestido de líder

Quillan (Francia). Tirando de fuerza y experiencia y calcando un ataque que ya le dio la victoria hace cuatro años, el neerlandés Bauke Mollema (Trek Segafredo) logró su segunda victoria en solitario en el Tour de Francia, en una jornada que metió segundo en el podio al francés Guillaume Martin y mantuvo al esloveno Tadej Pogacar de maillot amarillo.

Mollema, de 34 años, supo jugar sus cartas con inteligencia y don de la oportunidad atacando una vez, pero definitiva. Llegó solo a meta, celebrando su particular fiesta en la decimocuarta etapa, entre Carcasona y Quillan, con un recorrido de 183.7 kilómetros.

Un triunfo bien labrado, firmado en la inédita meta de Quillan con un tiempo de 4h.16.16, a una media de 43 kms/hora. Hizo inútil el esfuerzo de sus perseguidores. Konrad, el colombiano Higuita, Woods y Cattaneo cruzaron a 1.04 minutos, después otra grupo con Guillaume Martin y el español Omar Fraile a 1.24.

El pelotón, con Pogacar en la cúspide de la general, cerró la jornada laboral a 6.53. En el podio se coló sin avisar Guillaume Martin (Cofidis), el filósofo del pelotón, a 4.04 del líder. El francés se dio un premio. El colombiano Rigoberto Urán pasó a ser tercero a 5.18, el ecuatoriano Richard Carapaz quinto a 5.33. Entre los españoles, Enric Mas es noveno a 7.11 y Pello Bilbao undécimo a 10.28.

DESPEDIDA. Una jornada con cinco puertos desató la lucha por el maillot de la montaña, factor que marcó la etapa. Nairo Quintana, como defensor de esa prenda enseguida se vio acosado por dos candidatos: Wout Poels, Michael Woods. El colombiano no respondió a los ataques de sus rivales y cedió al pie del Col de Montségur, de Segunda, que coronó Poels.

Un duelo interesante que se reprodujo en la Croix des Morts (2a), en cuya cima Woods ya igualó a Quintana en la clasificación de los escaladores. Bajando se unieron Omar Fraile, Mollema, Higuita, Cattaneo, Guillaume Martin y Chaves. En lo más alto de la Cota de Galinagues (3a) Woods ya era el líder de la montaña, solo 1 punto por delante de Quintana y 2 sobre Poels. El exatleta mediofondista es el primer canadiense en ponerse esemaillot.

Restaban 50 kms para meta y una última dificultad en el Col de Saint-Louis. El pelotón rodaba tranquilo, a 4 minutos, reservando ante la inminente entrada en Pirineos.

Tirando de experiencia y de fuerza, Mollema sorprendió en la bajada de Galinagues, abrió hueco y metió la directa en busca de un bis en el Tour. Como una repetición de aquel glorioso día en Le Puy en Velay. Subió el alto de Saint Louis (2a) para ganar.

Este domingo, etapa entre Céret y Andorra la Vella, de 191.3 kilómetros, cuatro puertos con el Port de Envalira, techo del Tour. C. DE TORRES