Moncho Fernández va a disponer de más físico para soñar con el play off

El técnico santiagués ya es el más longevo en la ACB // Los hermanos Scrubb, Bender y Westermann deben marcar el camino del Obradoiro en esta temporada
Antonio Gil
Doce. Son las temporadas que Moncho Fernández suma en ACB, el que más acumula tras la marcha de Laso. Foto: ECG

La decimotercera temporada de Moncho Fernández en el banquillo del Monbus Obradoiro arranca con el reto de consolidar al club en la liga Endesa sin los agobios de las últimas temporadas, para lo que ha configurado una plantilla más física y defensiva que el curso pasado.

El técnico santiagués, el más longevo de la categoría tras la salida de Pablo Laso del Real Madrid –encadena doce años en la ACB–, ha perdido a sus principales anotadores, el canadiense Robertson y el lituano Birutis. Tampoco continúan Henry Ellenson, otro de los habituales en el cinco inicial, y el base Braydon Hobbs.

Son bajas importantes pero, a priori, el Obradoiro ha mejorado su plantilla en este mercado. Ha logrado retener a los hermanos Thomas y Philip Scrubb, decisivos para lograr un año más la permanencia en la élite; y ha fichado un primer espada contrastado: el base francés Leo Westermann, más defensivo que Hobbs.

Lo avalan sus diez temporadas consecutivas como jugador Euroliga, la última con el Maccabi Tel Aviv. Está llamado a ser el faro del nuevo proyecto obradoirista, como ya ha demostrado en los amistosos veraniegos.

Para el juego interior ha llegado el pívot internacional croata Dragan Bender, un jugador diferencial que sería casi imposible que recalara en Sar si no saliera de una grave lesión de rodilla. Fue elegido en el cuarto puesto del draft por Phoenix en 2016.

Su fichaje tiene cierto riesgo, pero José Luis Mateo, director general del club, busca repetir la jugada que tan bien le salió anteriormente con Stéphane Lasme, Robbie Hummel o Maxi Kleber.

Philip Scrubb y Marcus Paige, otra de las caras nuevas, dotarán de mayor potencial ofensivo a un equipo que ha conseguido juntar a David Walker, Álvaro Muñoz y Thomas Scrubb en el puesto de alero, lo que permitirá mayor rotación en los exteriores.

Y para reforzar el puesto de pívot, Moncho Fernández ha recurrido a dos jugadores que buscan más protagonismo en la cancha de la capital gallega. Debajo de los aros lucharán Rubén Guerrero, un interior que acumuló minutos en el Unicaja, y el lituano Marek Blazevic, que intentará emular a su compatriota Birutic, quien ha regresado a la plantilla del Zalgiris después de despuntar en el conjunto obradoirista.