Rubén firma en el 92’ el punto de raza del Estudiantil
Dos penaltis, la fuerte lluvia y un gol providencial de Rubén Márquez en el minuto 92 caracterizaron el vibrante empate entre el Estudiantil y el Arzúa en Santa Isabel. Los locales, con la presencia de los debutantes Diego Fernández y Nando durante todo el encuentro, neutralizaron dos ventajas visitantes, ambas establecidas por Iker. No obstante, el punto le sabe a poco a ambos protagonistas en pos de sus respectivos objetivos de cara a la segunda fase.
En el Arzúa, séptimo clasificado aunque con dos encuentros pendientes de disputar, se quedó sin debutar el recién fichado Sergio Otero, que ocupó el banquillo.
El partido arrancó con el Estudiantil mejor plantado sobre el terreno de juego. Las subidas de Suso Martínez por el carril izquierdo generaron bastante incertidumbre en la defensa visitante. El Arzúa, muy impreciso en tres cuartos de campo, buscó los contragolpes lanzando balones en largo al delantero Iker, desasistido en el inicio. Los porteros no tuvieron trabajo en la primera media hora.
En el minuto 34, Antón Vilas estuvo a punto de marcar de falta directa, pero su disparo se marchó desviado por centímetros. Dos minutos después, se adelantó el Arzúa en su primera ocasión clara. Álvaro sacó un córner e Iker, de cabeza en el primer palo, abrió la cuenta. Antes del descanso, el Estudiantil rozó la igualada con un cabezazo del debutante Nando despejado bajo los palos por Dani Blanco, con Marqueta ya batido.
El Estudiantil dio un paso adelante en la segunda parte. El equipo dirigido por Gelucho, bien diferente al del comienzo del campeonato, se fue decididamente a por la igualada, mientras que el Arzúa se mantuvo muy replegado en su propia parcela.
Un derribo de Jorge Queiruga a Nando fue castigado con penalti. Antón Vilas puso el empate engañando a Marqueta. A poco para el final, la historia de los once metros se repitió aunque en el área contraria. Catú barrió sin balón a Borja Míguez y el colegiado no dudó al señalar la segunda pena máxima del choque.
Iker, infalible, anotó el 1-2 firmando doblete. El Arzúa aguantó las embestidas del Estudiantil y pudo sentenciar el encuentro en un par de contragolpes. Sin embargo, Moreira, sobre la línea de meta, y Cristopher, con un paradón, evitaron sendas dianas de Brais Pedreira.
En el tiempo de prolongación, ocurrió de todo. La insistencia de los locales obtuvo recompensa. Manu Rodríguez puso un centro que la defensa no logró despejar y la pelota suelta la capturó el revulsivo Rubén Márquez para fusilar a Marqueta, 2-2. Antes del pitido final, Suso Martínez y Marcos García se fueron a la calle por una tángana.