Se alarga el sufrimiento del Dépor con su derrota en La Rosaleda (1-0)

Un tanto de Hicham en el segundo tiempo dio la victoria al Málaga ante el cuadro herculino
Fútbol
El Correo Gallego
BALÓN DIVIDIDO Mujaid, derecha, salta con el malaguista Sadiku. Foto: LaLiga

Málaga. El Deportivo tendrá que seguir sufriendo para atar definitivamente su permanencia en Segunda División tras caer ayer en La Rosaleda frente al Málaga, con un gol del centrocampista marroquí Hicham. El conjunto andaluz consiguió un triunfo por 1-0 vital y necesario para incrementar su colchón de puntos respecto a la zona de descenso.

Los dos equipos, con el mismo sistema con cinco defensas, iniciaron un duelo trascendente que en los primeros minutos fueron de tanteo.

El Málaga empezó a estirarse y a merodear el área rival con dos disparos de Sadiku y de Juanpi Añor, pero su mejor ocasión llegó en el minuto 24 con un lanzamiento de falta de Juanpi que no logró atrapar Dani Giménez. El rechace lo mandó fuera Adrián González.

El Deportivo controlaba el encuentro y no pasaba excesivo peligro, aunque sus acciones ofensivas también eran escasas.

El conjunto malacitano aguantaba y no se fue al descanso con ventaja por su falta de acierto, como quedó demostrado en una ocasión de Tete Morente, cuyo disparo desbarató Dani Giménez.

El decorado no cambió en el segundo tiempo, tras los cambios en el once local. El Málaga buscaba el gol. David Lombán cabeceó y Dani Giménez fue protagonista una vez más, como posteriormente Hicham, que no logró atinar con un disparo cruzado.

A la siguiente sí acertó Hicham, tras un pase profundo de Juanpi. Se fue por velocidad y por bajo batió a Dani Giménez con una gran definición, en una acción en la que los visitantes reclamaron mano previa de Luis Muñoz.

Fernando Vázquez sacó toda su artillería, ante un Málaga que defendió con tesón y acierto su preciada ventaja.

PROTESTAS. El acta del partido reflejó protestas “airadas” del técnico herculino, Fernando Vázquez, al árbitro a la conclusión de un partido que se decidió con un gol polémico y que vio desde la grada por sanción.

El colegiado cántabro López Toca escribió que “una vez finalizado el partido” y cuando los árbitros estaban “dentro del túnel de vestuarios”, el preparador blanquiazul se dirigió a ellos “a voz en grito protestando un lance del juego de forma airada”.

Además, expone que el técnico les siguió “hasta el acceso” al vestuario e incluso tuvo que “ser sujetado por miembros de su equipo”.

Vázquez criticó la actuación arbitral por no haber castigado una mano de Luis Muñoz en la jugada del gol. EFE