España suma las mismas medallas... la mitad de los oros

BALANCE La delegación deja Tokio con 17 metales que igualan las preseas de Río aunque solo se subió 3 veces a lo más alto del podio
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Natalia Arriaga

La delegación española se marcha de Tokio con 17 medallas que igualan la actuación de Río 2016, aunque rebajan a menos de la mitad el número de oros, solo tres frente a los siete de hace cinco años, por lo que en el medallero final baja de la decimocuarta a la vigésima segunda posición. Fueron finalmente tres oros, ocho platas y seis bronces. A ello hay que sumar los 42 diplomas de quienes acabaron entre el cuarto y el octavo puesto.

BAJAS. Tras los 22 medallas de Barcelona, que volvieron a quedarse lejos, la delegación española, que se presentó con bajas de grandes estandartes del deporte mundial como Rafa Nadal, Carolina Marín o Jon Rahm, logró 17 en Atlanta 96, 11 en Sídney 2000, 20 en Atenas 2004, 19 en Pekín 2008, 18 en Londres 2012 y 17 en Río 2016. Las tres medallas de oro ganadas en Tokio llegaron en dos deportes nuevos en el programa olímpico, el kárate y la escalada, y en el tiro, una disciplina que no pisaba el podio desde 2004.

POR EQUIPOS. De los nueve equipos con los que España se presentó en los Juegos, los que tuvieron mejor paso por los Juegos fueron los de fútbol masculino, que perdió la final en la prórroga frente a Brasil, y waterpolo femenino, que cayó en la lucha por el oro ante Estados Unidos y repitió su mejor resultado olímpico, la plata de Londres 2012.

Todos los equipos menos el de balonmano femenino pasaron a cuartos, ronda en la que cayeron los dos de hockey y los dos de baloncesto. Los masculinos de balonmano y waterpolo jugaron por el bronce. Lo ganaron los Hispanos, que despidieron así de la mejor manera posible a Raúl Entrerríos, que se retira y que marcó el último tanto, ante Egipto. Pero el tercer puesto en la piscina se perdió a manos de Hungría. Los hermanos Gasol también anunciaron que la derrota ante Estados Unidos había sido su último partido. Pau abrió un nuevo capítulo al ser elegido miembro del COI en representación de los deportistas.

LA VIEJA GUARDIA. Lograron medalla deportistas que llevaban años buscándola, como el gimnasta Ray Zapata, plata en suelo con la misma puntuación que el ganador, y Teresa Portela, también subcampeona olímpica en K1 200 en sus sextos Juegos .

Entre los deportistas de la vieja guardia, Maialen Chourraut fue medallista en aguas bravas por tercera vez, ahora con la plata, el mismo metal que el K-4 500 de Saúl Craviotto, Cooper Walz, Arévalo y Germade. Fue la quinta medalla de la carrera de Craviotto, que iguala en lo alto a David Cal.

Lidia Valentín y Mireia Belmonte, triple y cuádruple medallistas respectivamente, no compitieron en plenitud de facultades físicas -la halterófila ni siquiera en su peso- y no pudieron repetir podio.

Para el marchador Jesús García Bragado (35.º en los 50 km marcha), que batió el récord mundial de participaciones olímpicas en atletismo, ocho, y para el ciclista Alejandro Valverde (42.º), que buscaba medalla en sus últimos Juegos, los quintos, el mejor premio fue participar.

HOLA Y ADIÓS. Rentabilizó al máximo sus opciones la selección de kárate, con dos medallas para sus dos participantes: oro para Sandra Sánchez y plata para Damián Quintero, ambos en kata.

FUTURO. Deportistas con mucho futuro por delante y con aún más ambición proporcionaron grandes momentos en unos casos con medalla, como Ana Peleteiro, bronce en triple salto, Alberto Ginés, oro en escalada, y Adriana Cerezo, benjamina de la delegación con sus 17 años, plata en taekwondo; pero en otros sin ella, como Adrián Ben, primer finalista español (5.º) en 800; Asier Martínez, sexto en 110 vallas en ausencia del lesionado Ortega; o Hugo González, también sexto en 100 m espalda.

NO FALLAN. La vela, el deporte que más éxitos ha dado al deporte español en su historia olímpica, aumentó su cuenta a 21 medallas gracias a los bronces de Joan Cardona en la clase Finn y de Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez en 470 masculino.

El bronce de Pablo Carreño cumplió con la tradición del tenis español de subirse al podio, a la que solo faltó en Londres 2012. Para ello el asturiano tuvo que vencer al número uno Novak Djokovic, al que desesperó e hizo perder la educación. Tras un torneo en el que dejó la misma buena impresión que en los últimos meses del circuito, Paula Badosa tuvo que retirarse en cuartos de final afectada por un golpe de calor. Y en una nueva demostración de que el tenis español nunca renuncia a nada, Sara Sorribes debutó ganando a la líder de la WTA, la australiana Barty.

sorpresas. David Valero, un granadino con el que nadie contaba, se hizo con el bronce en bicicleta de montaña tras una remontada desde el puesto 35.

DE VACÍO. Entre los claros candidatos a medalla que se fueron de vacío, sin duda el mayor chasco fue el del doble campeón mundial de judo Nikoloz Sherezadishvili, que perdió en cuartos ante su bestia negra, el ruso Mikhail Igolnikov. Tampoco logró acercarse al podio Mario Mola, décimo en triatlón.

Entre los ocho cuartos puestos, tres correspondieron a marchadores: Álvaro Martín y María Pérez en los 20 km y Marc Tur en los 50.

Completaron la lista de los casi medallistas Eusebio Pérez en longitud, Mireia Belmonte en 400 m estilos, las dos embarcaciones de 49er, masculina y femenina, y el waterpolo masculino.