Un fallo de Aidoo castiga al Celta en un duelo loco

Papu Gómez aprovechó un error del ghanés para dar los tres puntos al Sevilla // La remontada olívica resultó inservible
Fútbol
Carlos Castro
EL PRIMERO Koundé cabecea el balón que supuso el primer gol del encuentro en Balaídos a favor del Sevilla. Foto: Salvador Sas

De un partido trepidante, con siete goles y dos remontadas, salió damnificado el Celta contra el Sevilla (3-4). Ganaron los visitantes merced a dos goles en el segundo tiempo que les permitieron dar la vuelta a un partido remontado por el Celta antes del intermedio tras haberse adelantado el cuadro hispalense.

El choque ya comenzó con mucho ritmo. A los cinco minutos, una penetración de Nolito llevó el susto al Sevilla cruzando frente a medio tramo de portería. Dos minutos después, se adelantó el Sevilla. Koundé, en el centro del área, cabeceó a la red un córner sacado por Acuña. El Celta pudo empatar dos más tarde, pero Fernando se cruzó para evitar un remate de Iago Aspas.

A los 18 minutos, Nolito prolongó al primer toque un pase vertical a Santi Mina, que, en el área, fue derribado por Koundé. El penalti consiguiente lo transformó Iago Aspas por el centro. En el 23, tras una falta en tres cuartos, en la que Joan Jordán ejecutó muy mal el tiro, el Celta rechazó y montó el contragolpe por medio de Denís. De nuevo Aspas, saliendo desde la divisoria de ambos campos, encaró a Bono y le batió. En el minuto 35, Fernando colocó un disparo que, tras tocar en Aidoo, hizo inútil la estirada a Iván Villar y supuso el empate. En el 42, Brais robó a Rakitic en la medular e hizo la pared con Denís para superar a Bono de vaselina.

Fue la primera vez en esta temporada que el Sevilla recibió tres goles en Liga, y en el partido 100 de Julen Lopetegui como entrenador.

En el minuto 60, un centro de En-Nesyri benefició a Rakitic, que puso a bocajarro el 3-3. A un cuarto de hora para el final, Aidoo pifió ante Papu Gómez, que había entrado poco antes, y le robó el balón cerca de la frontal y se fue hacia Iván Villar para completar la remontada sevillista. Facundo Ferreyra sufrió un codazo en el área, pero la sangre del argentino no fue argumento para la señalización del penalti.