Campazzo y Tavares, en un encuentro del Real Madrid. Foto: acb Photo/V. Carretero
Intratables en Liga Endesa, pero mal en Euroliga. Esa es la definición más aproximada del conjunto madrileño que no consigue encontrar regularidad en su juego, ya que ha ido liderando el marcador al descanso en partidos que luego se le escapan por un bajón de ritmo considerable. No obstante, llegan a este encuentro con más descanso que el Obradoiro (debido a otro aplazamiento) y prácticamente con la totalidad de la plantilla disponible.
Pablo Laso ha ido probando diferentes alternativas ante esta situación. Frente a Gran Canaria salió con Facu Campazzo y Nico Laprovittola de titulares para asegurarse el control de las posesiones, pero pronto lo transforma en cuatro jugadores por encima de los 2 metros para superar al rival en potencia física. La única opción incuestionable es que Tavares sea titular. En este caso no hay experimento que valga, y junto con Campazzo forman la pareja con mejor ratio de toda la competición.
Con todo lo mencionado, sigue siendo el Real Madrid: mejor equipo en puntos, rebotes, asistencias y porcentajes de tiro por partido. Números que intimidan lo suficiente como para que los rivales tengan que focalizar sus esfuerzos en la defensa como prioridad.
Con una plantilla que lleva mucho tiempo jugando junta, han desarrollado conceptos de ataque que cada vez utilizan más en su esquema; mucha actividad en juego sin balón con cortes permanentes al espacio desde lado contrario, uno contra uno hacia el lado de no-bloqueo, encadenar situaciones de mano a mano con bloqueo directo, etc. Estas son algunas de las características que se repiten con mayor frecuencia. Su enorme calidad individual les permite improvisar en múltiples acciones que generan canastas por sí solas.
En el plano defensivo utilizan su superioridad física a las mil maravillas con más de 10 robos por encuentro y protegiendo la zona por encima del aro. Esas derrotas cosechadas en Europa comparten errores de concentración, desajustes en las primeras ayudas, repetir defensas de bloqueo que les cuestan triples fáciles y permitir contraataques por no frenar el balón en campo rival.
Las opciones del Obradoiro para lograr la victoria son reales. Están en su mejor momento y con la moral por las nubes. Deberán trabajar sobre una defensa en bloque y no regalar pérdidas por mala toma de decisiones. No se les ganará por individualidades, sino por trabajo en equipo.