Una goleada solvente sella el pase del Dépor a la nueva Primera RFEF

Riazor tuvo la mejor entrada de un evento deportivo en Galicia durante la pandemia
Segunda B
Manuel García Solano
El deportivista Miku Fedor, presionado por un rival. Foto: DXT

A Coruña. Riazor recuperó, aunque fuera de manera parcial, su ambiente colorido y festivo para llevar en volandas al Deportivo a una victoria que le asegura su presencia en la Primera RFEF, la nueva tercera categoría del fútbol español. Superada la decepción por no haber optado al retorno a Segunda, al menos el equipo de Rubén de la Barrera superó la exigencia mínima de la temporada y evitó llegar a la última jornada sin los deberes hechos, ahorrando al deportivismo las calculadoras y un nuevo sufrimiento en Los Pajaritos ante un Numancia que se jugará, al igual que el Racing de Ferrol, la otra vacante.

Sin ser el mejor partido de la temporada, que fue seguramente en Barreiro ante el Celta B, sí fue el más plácido de este atípico curso para la escuadra blanquiazul. Miku encarriló el triunfo al rematar de espuela un centro de Héctor Hernández. El gol de cabeza de Borja Granero, en una falta lateral servida también por Héctor, nada más regresar del descanso, resultó crucial para que la segunda mitad fuese un trámite frente a un rival que fue un convidado de piedra en el festival del conjunto herculino.

Repitió Miku para despejar cualquier posible rebelión del Langreo y se sumaron al festín Borges, con un soberbio lanzamiento de falta a la escuadra, y el canterano Adrián Castro, que completó la goleada con un certero testarazo.

La comunión con la afición resultó determinante. Sintió desde el inicio el equipo coruñés la energía de la grada, 5.000 voces, en la mejor entrada de la temporada en Riazor, justo en el día de la despedida. MANUEL G. SOLANO (ADG)