Autores... que pudieron no haber existido nunca

A lo largo de la historia de la humanidad, algunos grandes autores como Homero o Edgar Allan Poe han pasado a la posteridad por la gran calidad de su escritura, así como por el gran calado de su obra literaria. Pero... ¿qué pasaría si algunos de los grandes escritores de la literatura universal no hubiesen existido nunca?
Pedro Fernández

Desde el año 1995, el 23 de abril es conocido como el Día Mundial del Libro, una fecha elegida por la UNESCO por la curiosa -y bastante forzada- coincidencia con la muerte en 1616 de tres de los grandes autores de la literatura universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. A lo largo de la historia de la humanidad, algunos grandes autores como Homero, Edgar Allan Poe o los ya mencionados Shakespeare y Cervantes, han pasado a la posteridad por la gran calidad de su escritura, así como por el gran calado de su obra literaria. Pero... ¿qué pasaría si algunos de los grandes escritores de la literatura universal no hubiesen existido nunca?

La cuestión de la autoría siempre ha sido un tema fascinante. A la hora de publicar un libro, el público nunca pone en duda que su autor es realmente quien dice ser. Pero no siempre ha sido así. Por eso, celebrando el Día Mundial del libro hacemos un repaso de siete grandes autores de todos los tiempos que, tal vez, jamás existieron. ¿Personajes reales, o nombres ficticios?

HOMERO. El autor de La Ilíada y La Odisea, es considerado como uno de los escritores más influyentes de la historia de la humanidad. Todo el mundo asocia la figura de Homero con un magnífico escritor de la antigua Grecia. Sin embargo, ya en aquella época se le consideraba un escritor de tiempos pasados. Poco se sabe de quién era Homero, de qué hizo realmente o incluso cuándo vivió. De hecho, ni siquiera se sabe a ciencia cierta si fue un personaje real. Todos los autores que han escrito sobre él a lo largo de la historia, lo han hecho muchos siglos después de la supuesta existencia del escritor. De hecho, hay estudios que aseguran que no fue un personaje real, si no un pseudónimo utilizado por diversos autores.

CAROLYN KEENE. Mucha gente no habrá oído hablar de Carolyn Keene, sin embargo la gran mayoría de lectores conocerán las Historias de Misterio de Nancy Drew, una serie que empezó su publicación en 1930. Con más de 80 millones de copias vendidas en todo el mundo, su obra ha sido traducida a más de 40 idiomas. Sin embargo, y pese a que otros autores continúan escribiendo en la serie de libros, puede que Keene jamás llegase a existir en realidad. Con el tiempo, muchos ‘autores fantasma’ han escrito para las aventuras de Nancy Drew, y su autoría ha sido desmentida por el editor Edward Stratemeyer. Esto ha incitado a la sospecha de que, en realidad, Carolyn Kenne ha sido desde el principio un pseudónimo con el que acuñar la saga.

GEOFFREY CHAUCER. Chaucer es considerado como el padre de la literatura inglesa, además de ser uno de los más ilustres poetas de la literatura anglosajona. Sus obras, que incluyen Triolo y Crésida, El libro de la duquesa o el más famosos de los Cuentos de Carterbury, se considera de vital importancia en autores como el propio Shakespeare. Pese a todo el trabajo atribuído a Chaucer, hay teóricos que afirman que éste nunca existió en realidad. Se sabe muy poco sobre su fecha y lugar de nacimiento, así como de su vida e incluso de su muerte. Muchos estudiosos afirman que la figura de Chaucer en realidad estaba compuesta por diversos y talentosos campesinos que pretendían alterar la jerarquía de clases existentes en la época.

MARIA MONK. Supuesta autora de uno de los libros con el título más largo de la historia. Maria Monk: Una narración de sus sufrimientos durante su residencia de cinco años como novicia y dos años como monja en el convento de Montreal, una narración sobre los abusos sexuales hacia monjas y la matanza de niños ocurridos en un convento de Montreal que causó una fuerte polémica en la Iglesia Católica cuando fue publicado en 1836. Sin embargo, tras convertirse en un éxito de ventas, se empezó a especular sobre la autenticidad de la historia, y de si Monk fue realmente una monja o bien una figura pública manipulada por diversos editores y ‘escritores fantasma’ para desacreditar a la Iglesia Católica. A día de hoy, su autenticidad todavía no ha podido ser demostrada.

DAVID MANNING. Manning es un supuesto crítico de cine que escribía reseñas y críticas para el Ridgefield Press, una pequeña publicación semanal estadounidense. Sus benévolas críticas sobre Destino de caballero y Estoy hecho un animal causaron sensación en la década de los 2000. Sin embargo, tal y como recuerda WhatCulture, más tarde se demostró que el Ridgefield jamás había oído hablar de Manning, y que todo era una hábil estrategia promocional creada por Sony para patrocinar películas que recibieron malas críticas. Sin embargo, aún se desconoce si el nombre de Manning fue utilizado para ocultar a varios escritores, o si bien fue un pseudónimo de una sola persona, contratada por Sony, con el fin de proteger su verdadera identidad.

WILLIAM SHAKESPEARE. Posiblemente sea el ‘autor inexistente’ más célebre. Considerado como uno de los mejores escritores de la historia, la trascendencia de su obra en la literatura universal moderna es innegable. Sin embargo, el hecho de que realmente existiese una figura real llamada William Shakespeare sigue siendo un misterio. Existe una importante teoría denominada La cuestión de autoría de Shakespeare que afirma que el nombre en realidad era un pseudónimo que ocultaba la identidad de varios autores reales. Entre ellos, destacan figuras del pensamiento y las letras como Sir Francis Bacon o Christopher Marlowe.

ALICIA’ Y BEATRICE SPARKS. En 1971 se publicaba el libro Pregúntale a Alicia, una novela que consta de diversas entradas de diario escritas por Alicia, una joven que se escapa de casa y se convierte en una adicta a las drogas. El libro fue publicado como anónimo, asegurando que las entradas del diario eran completamente reales. Sin embargo, poco tiempo después la psicóloga Beatrice Sparks empezó a aparecer en los medios para promover la obra, asegurando que las entradas estaban sacadas del diario de una de sus pacientes, con pequeños cambios ficticios. Todo eran simples sospechas, hasta que apareció el Diario de Jay, sobre un chico con problemas que termina suicidándose. Fue entonces cuando la familia del chico aseguró que gran parte de las entradas del libro fueron inventadas por Sparks. Aunque a día de hoy... no se sabe a ciencia cierta si Alicia existió, parece bastante probable que todo fuese invención de su autora.