Galicia. Sus catedrales y Santiago el Mayor

Es en el denominado Parroquial Suevo, a datar hacia el 570, en donde aparece enumerada, ya, la sede episcopal de Tui. La ciudad es objeto de destrucción, por parte de los vikingos, en el año 1008 y será por 1067/1068 cuando se restablezca su sede, con un territorio que se distribuye a ambos lados de esa parte final del río Miño. En todo caso, la relación de Tui con Compostela -su metropolitana- se hará más intensa, al compás de la devoción jacobea, algo que se trata de forma pormenorizada en el libro, en prensa, “Galicia. Sus catedrales y Santiago el Mayor”.
José Manuel García Iglesias
Coro, actualmente en el presbiterio

EL CULTO A SANTIAGO EL MAYOR EN TUI

La relación con la iglesia compostelana, y su santo patrón, se hace patente, continuamente, en Tui; así en el sínodo de 1482, convocado por el obispo Diego de Muros, se señala el día de este apóstol como fiesta de guardar. También se distingue su culto en las Constituciones Sinodales de Diego de Avellaneda, datadas en el año 1528. En tanto Mauro Castellá, en su importante libro Historia del Apóstol de Iesus Christo Sanctiago Zebedeo Patrón y Capitán General de las Españas, publicado en Madrid, en 1610, alude a que es él quien funda la sede de Braga y apunta: “No puedo afirmar si de Braga vino nuestro Patrón Santiago camino derecho, o por la parte Occidental, pudo ser que tomasse el de Puente de Lima, y Tuy, hasta llegar a Iría Flavia...”, lo que supone relacionarlo, de algún modo, con estas tierras tudenses.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CATEDRAL

La datación del inicio de su obra es cuestión debatida; es posible que principie antes de 1095 siguiendo, en ciertos aspectos, la senda de la catedral compostelana, iniciada unos años antes. Tui tiene, en su catedral, el único claustro medieval conservado de forma íntegra en Galicia. En su panda oriental, en la zona inmediata al crucero, se ubica su antigua sala capitular, a relacionar con el obispo Pelayo Menéndez (1136-1156). Lo que es indudable es que este templo fue consagrado por el obispo Esteban Egea en 1225.

La primitiva cabecera de la catedral de Tui contaba con tres ábsides semicirculares precedidos de un tramo recto aunque también se ha planteado la posibilidad de que fuesen cinco los altares que hubo en esa parte. La capilla central, de mayores dimensiones, estaba dedicada a Santa María; la colateral del norte, o del Evangelio, a Santiago el Mayor; y la colateral del sur, a San Pedro. Tales devociones, vinculadas a lugares tan principales, se citan en el testamento del arcediano Fernán Yánez, en 1264, otorgando cantidades para su empedrado y vidrieras.

Ubicar el culto de Santiago el Mayor a la derecha del lugar que tiene como especial devoción a la Virgen y, al otro lado, a Pedro distingue a estos dos apóstoles, marcando entre ellos un cierto paralelismo pero priorizando a Santiago, al disponerlo a la diestra de María.

Será durante el episcopado de Pedro Beltrán (1487-1505) cuando se eliminó la cabecera del templo, románica, para ampliar, hacia el oriente, sus tres capillas. Se mantendrían, tras esta ampliación, las devociones previas y en idéntico orden.

Tanto en la zona de los pies del templo, en la parte alta, como en las basas de las columnas de la antigua sala capitular, en el claustro, pueden verse veneras, significativas de ese mundo de la peregrinación en el que este templo tiene una de las referencias que contribuyen a explicarlo.

Entre los momentos en que esta catedral cuenta con momentos de obra importantes ha de citarse el del obispo fray Anselmo Gómez de la Torre (1690-1721); es en su tiempo cuando se hacen las cajas de los órganos, las sillerías del coro y de la sala capitular, la cajonería de la sacristía así como las puertas del templo; con todo ello está basílica adquiere, en parte de su imagen, un ser barroco.

SANTIAGO EL MAYOR, EN LA CATEDRAL TUDENSE

Una figura de Santiago peregrino de los primeros años del XVI es la representación más antigua del apóstol en esta catedral; hoy se encuentra en el Museo Diocesano. También en ese siglo se presenta de forma similar en el apostolado que se muestra en los cetros argénteos de aquel tiempo.

En 1601 se le representa, en su capilla, como “Un Santiago a cavallo con algunas figuras de moros”. Cuando en el siglo XVIII se cambia el retablo allí existente se incorporará al nuevo este trabajo escultórico, obra de Alonso Martínez. Y también de forma ecuestre se muestra, igualmente en el siglo XVIII, en lo alto de una de las cajas del órgano catedralicio. En este caso, enfrente, se muestra a San Telmo – el patrono de la diócesis-, también como caballero; así pues en Mondoñedo, Ourense y Tui se acomete la obra de la ornamentación de los órganos, en su parte más elevada, partiendo del mismo criterio: marcar un paralelismo entre la devoción señera de la sede metropolitana, la compostelana, y la de cada una de estas otras diócesis sufragáneas, a través de sus respectivos patronos.

En la puerta principal del templo se muestra, una vez más, a Santiago el Mayor; es uno de los apóstoles que están en torno a María, dispuesta en el centro, en la parte alta. En la cajonería de la sacristía, en tanto, forma parte , también de un apostolado en el que todos ellos se presentan en el momento del martirio.

Será en el tiempo del obispo Rodríguez Castañón (1752-1769) cuando el culto a la Virgen del Pilar adquiere, en esta catedral, un singular impulso, un indirecto modo, al fin y al cabo, de incidir en el culto jacobeo.