A punto de cumplirse 19 años del Prestige, ecologistas denuncian que esta catástrofe puede repetirse

El transporte de mercancías por ruta marítima es la principal opción de transporte para muchas empresas. Esto es algo que se está poniendo cada vez más de manifiesto ante la crisis de los contenedores, que han encarecido enormemente su coste, han bajado su número y, por ello, todo el mundo está sufriendo las consecuencias de un retraso en la entrega de productos que desemboca en desabastecimiento.

Y esto barcos que a diario circulan por nuestras costas no siempre son portadores de productos inofensivos. Ecoloxistas en Acción calcula que alrededor de 40.000 barcos al año y, aproximadamente, uno de cada tres (38 al día), transportan mercancías peligrosas, además de combustible. Y, recordemos, que esto ya ha tenido en el pasado consecuencias catastróficas para Galicia.

Precisamente este sábado se cumplen 19 años del desastre del Prestige. Un funesto 13 de noviembre de 2002 se produjo la mayor catástrofe ecológica de la historia de Galicia, tal y como recuerdan desde la asociación Ecoloxistas en Acción. Era una terrible noche de temporal, el pretolero monocasco Prestige sufrió una vía de agua cuando navegaba a 28 millas (52 kilómetros) del Cabo Fisterra.

Las autoridades españolas, según indican desde la asociación, comenzaron un “rocambolesco periplo” remolcando el barco hasta que se partió en dos el día 19 de noviembre. Como consecuencia, llegaron a la costa varias decenas de miles de toneladas de fuel oil (chapapote), que luego se extendieron por toda la costa cantábrica y el sur de Francia, produciendo una de las mayores mareas negras de la historia.

“Las olas de fuel y muerte batieron contra los acantilados de la Costa da Morte, contra las Islas Cíes y Ons, contra playas de alto valor natural y paisajístico”, apuntan desde Ecoloxistas en Acción, denunciando que, “ante la incompetencia y falta de medios” de la Xunta y del Gobierno, cientos de marineros se lanzaron a defender las rías, pescando con sus redes y sus propias manos el chapapote.

SOLIDARIDAD CIVIL SIN PRECEDENTES. Recuerdan que la sociedad civil, “autoorganizada”, las confrarías de pescadores, las mariscadoras, las asociaciones... “fueron quienes dieron respuesta a la catástrofe ante la incomparecencia de las autoridades”.

“Se generó también una oleada de solidariedad por todo el Estado y en muchos países”, apuntan, pues acudieron miles de personas voluntarias, “una marea blanca frente a la marea negra”, para limpiar de chapapote las costas gallegas, trabajando durante varios meses. “Fueron días de lágrimas y dolor, de mentiras y rabia que despertaron en el pueblo gallego una oleada de indignación que asoló la plaza del Obradoiro seis veces en la histórica manifestación del 1 de diciembre de 2002”.

La movilización de la sociedad gallega, articulada en la amplia plataforma Nunca Máis llegó hasta la Puerta del Sol, con una enorme marcha hacia Madrid para exigir justicia, respeto y reparación. Ecoloxistas en Acción asegura que, en aquel momento, “el Gobierno y la Xunta intentaban minimizar el alcance de la tragedia para ocultar su pésima gestión”. “La realidad, que les azotaba en la cara, era la absoluta carencia de recursos y medios, su total incompetencia para acometer la protección y limpieza de las zonas contaminadas”, afirman.

Esa oleada movilizadora abarcó mucho más allá del movimiento ecologista, asolando centros de enseñanza, centros de trabajo, cada puerto y cada balcón, produciendo un auténtico terremoto que despertó “nuestra conciencia como pueblo y nos devolvió la dignidad”, destaca la asociación.

Ahora, 19 años después de la catástrofe, los efectos del vertido del Prestige aún están presentes en la Costa da Morte, pudiéndose observar aún a primera vista. Aún queda chapapote debajo de la arena. Esto supone, según indican, “otra prueba más de cómo, cuando se produce un gran desastre ecológico, sus efectos perduran durante años o incluso décadas”.

UNOS 40.000 BUQUES AL AÑO PODRÍAN DESENCADENAR OTRA CATÁSTROFE. Y, aunque las autoridades deberían contar con todas las medidas para que un accidente de este estilo se vuelva a producir, Ecoloxistas en Acción denuncia que podría volver a ocurrir “en cualquier momento”. “El actual modelo de transporte marítimo de mercancías, además de peligroso, es dañino para el medio ambiente y uno de los factores que contribuyen a acelerar el cambio climático”, según subrayan, añadiendo que la mayor parte de las mercancías para el consumo llegan en buques portacontenedores que consumen enormes cantidades de petróleo y que requieren para su fabricación de ingentes cantidades de recursos metálicos procedentes de la minería.

“Lo obsoleto de este modelo basado en banderas de conveniencia, pésimas condiciones laborales y escaso mantenimiento de los barcos queda reflejado en el dato de que la mitad del tráfico marítimo mundial corresponde a petroleros o gaseros”. Y, teniendo esto en cuenta, Ecoloxistas en Acción recuerda que el 70 % del transporte marítimo europeo pasa frente a Galicia, unos 40.000 barcos al año, aproximadamente, uno de cada tres (38 al día), con mercancías peligrosas y combustible. Y subrayan que ocho de los trece mayores accidentes con verteduras de petróleo en las últimas seis décadas se produjeron en las costas de Galicia.

EN 2022 ECOLOXISTAS EN ACCIÓN LANZARÁ UN DOCUMENTAL. La asociación ecologista no quiere que el desastre medioambiental del Prestige caiga en el olvido y, por eso, prepara un documental sobre la catástrofe que presentará el año que viene, en el vigésimo aniversario. La película se titulará Alegría! en homenaje a todas las voluntarias que acudieron a limpiar las playas. “Alegría!” era su grito de guerra cuando estaban limpiando el desastre y el agotamiento hacía mella. A través de este reportaje, la organización ecologista pretende rememorar la gran movilización popular ante la “nefasta” gestión política y posterior campaña de “desinformación para ocultar el alcance del desastre ecológico”.

Además, Ecoloxistas en Acción reclama también una “rápida y adecuada” actuación para evitar que el accidente pase a convertirse en “una catástrofe medioambiental”. “Es necesario mejorar la coordinación de medios operativos permanentes y unidades de vigilancia marítima, así como el aumento de la cantidad y calidad de las inspecciones de los buques que atracan en el litoral de Galicia”, demandan, asegurando que “hay pequeños Prestige diarios”.

Y añaden que “es necesario romper con este modelo dependiente del petróleo, cuyas desgraciadas consecuencias para el planeta son lo suficientemente conocidas. Se deben tener presentes las imágenes del Prestige, hacer memoria de la tragedia, pero también de la lucha, para que un desastre así no se vuelva a repetir ‘Nunca Máis’”.