El ‘Balueiro Segundo’, palangrero de A Guarda perteneciente a Orpagu, es el primer pesquero del mundo en navegar con tecnología de propulsión asistida por viento... si los fenicios levantasen la cabeza aplaudirían esta vuelva a los orígenes TEXTO J. Calviño

Ahorro e innovación en el mar con viejas conocidas: las velas

Pesca
José Calviño
La vela rígida en el ‘Balueiro Segundo’, preparado ya para ahorrar con ella combustible. Fotos: Orpagu

Recientemente fue noticia que el megayate de lujo A, propiedad del magnate Andrey Melnichenko, surcaba la ría de Vigo. Un velero espectacular, el más grande del mundo en manos privadas, prueba de que innovación, belleza y ahorro de energía van cada vez más de la mano.

También la Organización de Palangreros de A Guarda, la más importante del sector en Europa, quiso marcar la diferencia con una apuesta en este ámbito. Con el cuidado al medio ambiente y la sostenibilidad por bandera, la vela rígida que luce ahora majestuosa en el Balueiro Segundo, estos días en aguas de Panamá, es el fruto de un trabajo de tres años. Un proyecto pionero a nivel mundial que lideró Orpagu y bound4blue, y en el que también participaron la viguesa de ingeniería naval Insenaval o la noruega Kyma, empresa líder en monitorización de la eficiencia de buques mercantes responsable de medir y validar el ahorro de combustible y emisiones durante los próximos meses de pruebas en el Océano Pacífico.

La vela rígida del Balueiro Segundo ha experimentado algunas modificaciones tras un primer prototipo más alto y flexible, pero menos adecuado para un palangrero. Ahora tiene 12 metros de altura y dispone de un sistema de control autónomo, por lo que no requiere de tripulación adicional para manejarla.

Todo el proceso de ensamblaje de la vela en el pesquero ha sido grabado hasta el más mínimo detalle, conscientes todos los protagonistas del hito que supone esta iniciativa. Un operativo que comenzó hace casi un mes con el traslado por mar de la vela rígida que salió de Vigo y recorrió 4.200 millas náuticas para llegar a su destino: el barco de Orpagu en el Pacífico.

Realizadas ya las últimas pruebas de control y superada también la de estabilidad, los palangreros guardeses se lanzarán de inmediato a la primera travesía. Un viaje que convertirá al Balueiro Segundo en el primer pesquero del mundo en llevar esta tecnología de propulsión auxiliar y, a su vez, el primer barco en tener instalado el eSAIL de bound4blue. Un sistema propio de la empresa cántabra que utiliza el viento para propulsar el buque, reduciendo de esta forma el consumo de combustible y, por tanto, la huella de carbono, es decir, las emisiones contaminantes liberadas al medio ambiente. Precisamente, la noruega Kyma se encargará de validar el ahorro de combustible, que todo apunta a que estará en torno al 30 %.

Aunque novedosos, el sistema eSAIL cuenta con todas las garantías de seguridad y fiabilidad que le otorgan la aprobación de Bureau Veritas y la Dirección General de la Marina Mercante española. Es una tecnología ligera, compacta y con bajos costes de mantenimiento instalable tanto en barcos existentes como de nueva construcción.

Para la Orpagu la nueva singladura que emprende de la mano del Balueiro Segundo está totalmente en línea con lo que lleva defendiendo desde hace muchos años: sostenibilidad y cuidado del entorno, reduciendo el impacto de la actividad que realizan en el mar. El camino no ha estado exento de dificultad pero, desde Orpagu, aplicaron la misma filosofía que los impulsó a poner en marcha el proyecto: navegar a favor de viento.

La asociación de palangreros está convencida de que “la tecnología tiene y debe tener un carácter humano y natural. Es absurdo y poco eficiente desde todos los ámbitos, incluido el económico, medirse en duelo con la naturaleza en pos de un avance tecnológico desnaturalizado. Es conveniente desandar esos caminos erróneos y encontrar la manera de convivir. Este proyecto no deja de seguir los pasos de las gentes de A Guarda y de tantos puertos pesqueros que aprendieron a aprovechar las bondades de una naturaleza generosa para lograr beneficios económicamente vitales. La vela rígida se entronca, en este sentido, con las embarcaciones tradicionales y vive del viento que aquí movió a los muiños (molinos) de A Guía, de Abaixo o Da Cruzada”, destaca la directora gerente de la organización, Juana Parada.

Por su parte, José Miguel Bermúdez, CEO y cofundador de bound4blue, también es conciente de que están haciendo historia, al tiempo que ya piensa en el futuro: “La instalación en el Balueiro Segundo representa un hito para la compañía, como primer paso hacia futuras instalaciones en barcos de mayores dimensiones y diferentes segmentos, como buques tanque, graneleros, Ro-Ro o buques de carga general. Nuestro sistema es totalmente escalable y ya contamos con una versión de 17 metros de altura en fabricación, totalmente abatible, que se instalará en un buque de carga general tras el verano de este año.”

Aceleradora de la Pesca en 2018

La navegación que realizará el Balueiro Segundo con su nuevo porte comenzó en 2018 con un encuentro entre Orpagu y bound4blue propiciado por la Aceleradora de la Pesca de Kaleido, que nacía ese mismo año en Vigo. Los responsables de Fishing Accelerator pusieron en contacto a los representantes de ambas sociedades y fue en ese momento cuando se gestó el milagro que hoy tiene forma de una vela rígida de 12 metros y un sistema inédito para los barcos de pesca.

Esto sólo ha sido posible gracias a la visión y la audacia de un grupo de personas y el apoyo económico de varias administraciones. Los trabajos de bound4blue contaron con la cofinanciación de la Unión Europea, a través del proyecto Aspiring Wingsails. Mientras que en el caso de Orpagu, recibió la ayuda del Fondo Europeo y Marítimo de la Pesca y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.