Alertan de la llegada a la comunidad de especuladores por el bum eólico

Energía eólica
José Calviño
Trabajos de mantenimiento de un aerogenerador en un parque eólico. Foto: E. Press

El bum de las energías renovables, si se sabe aprovechar, podría suponer un punto de inflexión en la pérdida de actividad y población en el rural gallego, empoderando a las comunidades y propietarios. Sin embargo, el Observatorio Eólico de Galicia (Oega) constata la llegada en los últimos meses de intermediarios especuladores que, sin proyecto energético alguno, “pretenden firmar contratos con condiciones inaceptables para las comunidades rurales”.

En un comunicado, alertan de que ofertan precios ridículos; piden derechos exclusivos sobre todas las tierras del propietario, no solo aquellas donde podría ir el parque; o períodos de carencia que llegan a los 10 años. Citan ejemplos como las propuestas en Verea y Celanova para abonar 1.000 euros al mes por megavatio, junto a otras lesivas en A Rúa y Quiroga, entre otras.

Hay otras propuestas con mayor responsabilidad social de los promotores, con pagos promedio de 3.600 a 3.800 euros por MW instalado, muy por encima de lo que ofrecen los especuladores del viento. La diferencia de precios es enorme y las cláusulas abusivas numerosas, por lo que el Observatorio apunta que “existen posibilidades de mejorar las ofertas iniciales negociando. El Oega recomienda no tener prisa para firmar el acuerdo, informarse bien y llegar a alianzas con otros propietarios, con el concello y organizaciones profesionales y sociales. Porque aquí, como en casi todo, a la hora de negociar la unión hace la fuerza.

El Observatorio Eólico defiende los contratos de arrendamiento o contratos de derecho de superficie, frente a la expropiación o la compraventa, para vincular las tierras con los parques eólicos, pues su experiencia demuestra que son fórmulas más justas y que traen mayores beneficios para las comunidades rurales. “Pero ojo, hay que leer la letra pequeña y, sobre todo, tratar de adoptar estrategias colectivas para buscar las mejores condiciones”, apuntan. “Mientras no cambie el marco normativo –avisan–, en la línea de convertir en actores centrales del aprovechamiento de los recursos energéticos renovables a las comunidades rurales, propietarios de los recursos territoriales en los que existe ese capital eólico, el OEGA seguirá trabajando para fortalecer su posición negociadora y así conseguir una transición energética más justa.