Aluminio coruñés al rojo vivo de nuevo y la enésima cuenta atrás por su futuro

El jueves la plantilla de Alu Ibérica protesta en coche en los Cantones y Alcoa puede tumbar el acuerdo con Parter y sus maniobras con Riesgo
Producción industrial
José Calviño

El aluminio tiene un punto de fusión relativamente bajo, para un metal. A 660 grados. Mucho más caldeados están los ánimos de los trabajadores de Alu Ibérica A Coruña que, desesperados por tener certidumbres sobre su futuro, demostrarán este jueves, en su primera protesta tras el estado de alarma decretado por el covid-19, que no van a bajar los brazos para garantizar su medio de vida.

Lo harán el mismo día en el que acaba el ultimátum que Alcoa dio al comprador en julio del año pasado de la planta en el polígono herculino de Agrela y su hermana gemela en Avilés, el grupo inversor alemán Parter. Exige la multinacional estadounidense que cumpla los compromisos de la compra acordados entonces, con el aval del Ministerio de Industria.

Si ya era chocante que no se materializase un solo euro de la inversión pactada –20 millones de euros acordados–, el pasado abril se cruzó por sorpresa el desconocido Grupo Industrial Riesgo en una operación que no sólo sentó mal a la plantilla: la propia Alcoa vio como una de las ofertas que no cuajaron porque reclamaban unos 200 millones para tomar las riendas, ahora se convertía a toro pasado en el dueño de estas dos plantas. De ahí la fecha límite del próximo jueves y algo más que una advertencia: el ingresar en una hucha notarial los pagos comprometidos que, desde el citado mes de abril del cambio de manos, Alcoa tenía que ingresar a Parter. No soltará un euro más –y hablamos de cantidades millonarias– hasta que se despejen todas las incógnitas del movimiento entre el inversor alemán y su socio teóricamente español y que supuestamente se especializa en la reconversión de empresas en crisis para hacerlas sostenibles, aunque no detalle ejemplos ni antecedentes.

Habrá que ver finalmente en manos de quién queda la antigua Inespal, luego Alcoa, hoy Alu Ibérica A Coruña. El caso es que mientras los comités de empresa herculino y asturiano reclaman que se reúna de nuevo la mesa para sentarse con el Gobierno central y analizar opciones, el presidente del Principado, Adrián Barbón, miraba también hacia Moncloa e indicaba que “habrá que analizar todos los instrumentos que permita la UE, entre ellos también la intervención pública”. Habrá que ver si el próximo martes, en una prometida reunión en la Conse-llería de Economía, la Xunta apoya a los coruñeses en una demanda similar.

Mientras, la plantilla enciende motores y protestará el jueves a mediodía con una caravana de coches que sale de Agrela y dará cinco giros a la ruta de la Delegación a la Subdelegación del Gobierno, en los Cantones. Grupo Riesgo les pide “ciertos esfuerzos por su parte, que son los que necesita un proyecto para ser viable”. Y concluyen: “Saben que estamos aquí para quedarnos”.